Reino Unido fue, durante los años setenta, el país que acaparó el mayor protagonismo en el desarrollo del rock progresivo; sin embargo, en la entrada dedicada al grupo Banco del Mutuo Soccorso ya os comentaba que la escena italiana fue importantísima para la consolidación de este estilo y, lo que es más importante, para dotarle de nuevos elementos característicos de la cultura italiana, como la tradición melódica, la ópera o el empleo de instrumentos sinfónicos. De todas las bandas italianas que cultivaron este género, tal vez Premiata Forneria Marconi (PFM) fue la más conocida y la que alcanzó un mayor éxito, incluso fuera de Italia; compartieron escenario -la mayoría de las veces como teloneros- con bandas como Yes, Deep Purple, Procol Harum, Ten Years After, Santana o los Beach Boys. Aunque el año de constitución fue 1970, algunos de sus integrantes ya habían formado previamente otra banda, I Quelli, que sería el germen de PFM, nombre que proviene de la panadería Forneria Marconi en cuyo sótano ensayaban, muy cerca de un documento de principios del siglo XX, que colgaba de la pared, con el que se recordaba un premio obtenido por dicho establecimiento. Su primer álbum se tituló " Storia di un minuto" (1972), un trabajo de poco más de media hora en el que se incluyeron siete cortes, prácticamente todos compuestos por Franco Mussida (guitarras, mandolina) y Mauro Pagani (flauta, violín); a la batería estaba Franz di Cioccio, al bajo Giorgio Piazza y a los teclados -piano, Moog y mellotron- Flavio Premoli. " Storia di un minuto" es uno de los álbumes clásicos del rock sinfónico italiano, muy representativo del barroquismo instrumental de estos grupos, en cuyas composiciones casi siempre se escuchan con nitidez los instrumentos, eso sí superpuestos unos sobre otros de manera armoniosa y delicada. Bien podría haber elegido las dos partes del tema " Dove ... Quando ", una de las composiciones más valoradas de PFM, sin embargo finalmente me he inclinado por "La Carroza di Hans", su primer single, por su riqueza melódica e instrumental y porque me parece un ejemplo de concisión y brevedad en un estilo, como el progresivo, tan dado a los excesos de minutaje. Dura 6:45 minutos, pero su estructura es la de una suite de 20 minutos: la canción comienza con un recitado y una potente guitarra, casi en tono hardrockero, pronto toma el relevo el violín, que da paso una bonita parte cantada entremezclada con la flauta; en el minuto 2:22 entra una evocadora y bella guitarra acústica que nos acompaña hasta aproximadamente el minuto 5, momento en el que entran el resto de instrumentos de manera desbocada, para finalizar con un logrado fragmento de mellotron.