El investigador del Centro de Estudios Martianos, Mauricio Núñez, recibió esta jornada el Premio Alejo Carpentier de Ensayo por su obra Silencios y recepciones: la novela de José Martí, en la sala Nicolás Guillén, de la fortaleza San Carlos de La Cabaña.
Al decir del doctor en Ciencias Literarias, el volumen repasa el sistema narrativo en la literatura de José Martí y se detiene en la única novela escrita por él, Lucía Jerez, descubriendo no solo sus valores, sino también los nexos con otras zonas de la creación del Apóstol.
En medio de este intenso taller de creación, le llega el encargo de la novela, por eso, a juicio de Núñez, el discurso de Martí es deudor de este universo múltiple y no duda en reconocer la existencia de estrechos vasos comunicantes entre su naturaleza narrativa y el tejido periodístico.
Su entrenamiento como reportero le fue muy útil para concretar el texto de la novela en una semana. Su labor como cronista, por una parte, y su novela, por otra, constituyen las necesidades expresivas de un poeta.
Un capítulo del ensayo hace un estudio de recepción de la novela martiana desde su primera publicación hasta las investigaciones más recientes, pasando por las décadas de silencio y olvido que vivió hasta el interés notable de la crítica contemporánea a escala internacional, puntualizó.
La investigación posiciona la novela de Martí dentro de la creación literaria del autor y no será el primer texto sobre el Héroe Nacional publicado por Núñez, quien cuenta con el volumen José Martí: narrar desde el periodismo (EUNA, Costa Rica, 2016).
Núñez tiene artículos y reseñas en periódicos y revistas especializadas de México, Guatemala, Panamá, Venezuela, Chile, España y Cuba, y ha participado en Congresos literarios nacionales e internacionales y ofrecido conferencias en su isla natal y otros países.
Además, es autor del libro de ensayos Eliseo Diego y sus Noticias de la quimera (Letras Cubanas, 1997); y realizó la edición crítica de la novela Lucía Jerez de José Martí (Centro de Estudios Martianos, 2000).
Cuando le preguntan qué pudieran tomar de Martí las generaciones del siglo XXI, el estudioso responde con firmeza:
Su energía vital, su incansable laboriosidad, la necesidad de ayudar y hacer el bien a los demás, la capacidad de no dejarse vencer por las dificultades de todo tipo, su inmenso potencial para amar y perdonar, su capacidad para superar el odio, la envidia, la traición, apunta.
Su fidelidad a un proyecto colectivo, su rebeldía ante las injusticias, su condición de lector incansable como vía del conocimiento y la superación cultural y social, el disfrute del arte, la música y la literatura, añadió.
(Con información CubaDebate)
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