Revista Religión

PREMIO SANTO TORIBIO 2020 en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima

Por Joseantoniobenito

Me complace compartir el listado general de los trabajos elaborados por los alumnos del CURSO: CÁTEDRA DE SANTO TORIBIO que han expuesto brillantemente los dos últimos días del curso.

Tal como propone SUNEDU y CONCYTEP la investigación debe ser una tarea asumida tanto por docentes como alumnos. En el presente curso se ha buscado y logrado en parte este objetivo prioritario.

Los trabajos pasan a formar parte del repositario del Instituto de Estudios Toribianos.

En esta edición, se eligieron cuatro trabajos finalistas entre los mejores para los que se contó con la evaluación de un equipo formado por una docente de nuestra institución, la Dra. Rosa Carrasco, por otra de la Universidad Complutense, Dra. Eva Bautista Ruiz, junto a la de mi persona como director del Instituto de Estudios Toribianos. Por unanimidad se otorgó el PREMIO SANTO TORIBIO 2020 al trabajo titulado "LA TERCERA VISITA GENERAL: CONSUMACIÓN GLORIOSA DE LA VIDA Y OBRA DE SANTO TORIBIO ALFONSO DE MOGROVEJO" del alumno FERNANDO ANDRÉ DÍAZ OLAZÁBAL, agustino recoleto.

Ante la imposibilidad de entregarle el premio de modo presencial se hace de modo virtual el lunes 14, en el momento del examen final.

Se comparte la relación de los trabajos elaborados y la síntesis del galardonado.

Felicitaciones y saludos cordiales

José Antonio Benito

NUEVO DIRECTORIO CATEQUÉTICO 2020:RESONANCIAS PASTORALES DE LA OBRA MISIONAL-APOSTÓLICA DE TORIBIO DE MOGROVEJO

ARTÍCULO GALARDONADO:

Título: LA TERCERA VISITA GENERAL: CONSUMACIÓN GLORIOSA DE LA VIDA Y OBRA DE SANTO TORIBIO ALFONSO DE MOGROVEJO.

FERNANDO ANDRÉ DÍAZ OLAZÁBAL

Introducción Capítulo 1: Inicios y nombramiento de Toribio Alfonso al Episcopado peruano Capítulo 2: Despliegue administrativo y misionero de su Episcopado Capítulo 3: La misión del Arzobispo Toribio y la defensa indígena Capítulo 4: la Tercera Visita General rumbo a una muerte gloriosa Conclusiones

INTRODUCCIÓN

Mucho se ha escrito sobre el Patrono del Episcopado latinoamericano, el gran Santo Toribio de Mogrovejo. Pero aun así, a pesar de todo lo que se ha escrito sobre él, no es suficiente para expresar la grandeza de este gran siervo del Señor, que dedicó su vida a cumplir con fidelidad lo que el Dios le mandaba, siempre en bien de la Iglesia.

Muchos son los atributos y virtudes con que se puede describir a este hombre de Dios, Padre, Pastor, misionero, evangelizador por naturaleza. Siempre entregado a su misión y dándose generosamente en bien de los demás.

El presente proyecto pretende describir y mostrar este camino trazado por Santo Toribio a lo largo de sus años como arzobispo de Lima, y en especial la labor pastoral que desempeñó en sus visitas generales. Con ellas, nuestro pastor tuvo el objetivo de conocer las tierras que el Señor le encomendó, y a esta misión se entregó con todo su ser. Él trazó con su vida el modelo sobre el que se debe basar la gestión de las presentes y futuras generaciones episcopales, y por ello, ahora lo honramos como modelo de pastor y fuente de inspiración de amor por la defensa de los más necesitados y oprimidos.

De esta manera, desarrollamos con estas líneas un itinerario histórico - teológico de los principales sucesos de la vida y obra de nuestro santo arzobispo, enfocándonos principalmente en los recorridos que hizo por nuestro país, siempre desgastándose por sus fieles, y cómo esta incansable labor lo llevó a la feliz consumación de su vida, siendo precisamente cómo en una de sus visitas, Toribio Alfonso parte hacia la casa del Padre entre cantos de júbilo y esperanza, tras haber realizado y cumplido tan fielmente su obra en este mundo.

Dejémonos, pues, sumergir por la fascinante experiencia de este varón santo, e identifiquemos con ello el obrar de Dios en tan ilustre vida de este querido arzobispo de la Ciudad de los Reyes, cuyos restos reposan en su amada Catedral, y cuya memoria permanece viva en la memoria de tantas generaciones que recuerdan y celebran su labor como un regalo de Dios en esta bendita "tierra ensantada".

CONCLUSIÓN

Mucho hay que decir sobre Santo Toribio de Mogrovejo, gran Patrón del Episcopado Latinoamericano, gran Arzobispo de Lima, gran Padre defensor de los indígenas, gran amante de la justicia y la evangelización. Sería interminable la lista de atributos con que se puede denominar a este gran santo de Dios.

Vemos en su vida y testimonio un incansable trabajo en favor de los más necesitados e indefensos, vemos también su celo apostólico y su ardiente deseo de unir a estas almas con Dios. El mismo Toribio reconocía estos ideales de su labor pastoral, y describe así la labor de sus visitas pastorales: "Conociendo y apacentando mis ovejas, corrigiendo y remediando lo que ha parecido convenir, y predicando los domingos y fiestas a los indios y españoles, a cada uno en su lengua y confirmando mucho número de gentes [...] y andando y caminando más de cinco mil y doscientas leguas, muchas veces a pie, por caminos muy fragosos y ríos, rompiendo por todas las dificultades y careciendo algunas veces yo y mi familia de cama y comida; entrando a partes remotas de indios cristianos que, de ordinario, traían guerra con los infieles, adonde ningún Prelado o Visitador había llegado" .

Así, Santo Toribio culmina su obra con gran dignidad, siempre apostando por la defensa de la dignidad de sus indígenas y buscando la conversión de todos sus fieles. Nunca escatimó esfuerzos por lograr tan excelente objetivo, de modo que incluso llegó a tener controversias con las autoridades civiles que buscaban reprimir y someter a las personas indefensas. Este Pastor siempre salió en su defensa, y buscó en todo momento recorrer su territorio encomendado para conocer a sus fieles y auxiliarlos con el alimento espiritual.

Sus visitas generales son consecuencia de ese gran celo pastoral que siempre impero en todo su ministerio episcopal, y como un regalo de Dios, tuvo el privilegio de encontrarse con Él precisamente durante tan ardua labor.

No cabe duda que Santo Toribio de Mogrovejo se entregó por entero a su pueblo, y con el amor paternal que siempre caracterizó su labor, amó y acogió a los suyos con el amor de Cristo.

Cabe terminar este breve proyecto recordando y sintiendo con el espíritu de Santo Toribio estas palabras que el poeta agustino Restituto del Valle le dedica con tanta dulzura, a propósito de su vida, muerte y misión, y que resumen con excelencia el objetivo de este documento:

Yace en su lecho de muerte, el santo obispo de Lima, todos lloran de tristeza sólo él canta de alegría. Volviendo el rostro en que impresa quedó la visión divina, así dice a un pobre monje que lloraba de rodillas: No me lloréis, buen hermano, no lloréis por mi partida, tañed el arpa y cantad, cantad con voz de alegría, que siento que Dios se acerca, que siento que Dios me mira, que me mira y que me llama, que me llama y es mi dicha. Tañed el arpa y cantemos, que el alma presiente el día y quiere al cielo volar, cantando la nueva vida, como llega en primavera cantando la golondrina... Tomó el arpa el religioso, cantó con voz de alegría; mientras el monje cantaba el santo obispo de Lima sentía en su corazón las dulzuras infinitas. Y en el jardín del convento, entre la noche tranquila, entonaba un ruiseñor sus más dulces melodías. Siguió cantando el buen monje, al son del arpa querida.

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