Revista Cultura y Ocio
A veces me sorprende la distancia que existe entre el político de turno y los temas esenciales que afectan a los ciudadanos.
Con lo que está cayendo, con la de problemas que existen, algunos mal abordados por no decir ignorados por el Gobierno socialista, de pronto la señora Sinde decide crear el Premio Nacional de Tauromaquia, dotado con 30.000 euros, y que será destinado anualmente a un profesional del mundo del toreo.
Este premio viene a ser es el reconocimiento de la actividad taurina como disciplina artística contemplado en el traspaso de competencias del Ministerio del Interior al de Cultura, acordado el 29 de julio pasado.
Amén de que esté no de acuerdo con el toreo, personalmente soy una radical antitaurina, lo que no entiendo es la creación de este Premio a dos segundos del mandato de la señora ministra Sinde. Además de considerar de muy mal gusto el momento en que decide la creación del premio, es que encima da alas a una mayor polémica.
Como era de esperar todos los antitaurinos están indignados y ya ha habido las primeras declaraciones del Partido Animalista denunciando el hecho: “Es insultante que el organismo que vela por proteger la riqueza cultural de un país, ensangriente su actividad otorgando méritos a torturadores que disfrutan con la violencia y el maltrato”, comenta Silvia Barquero, portavoz del Partido Animalista y candidata al Congreso por Madrid.
También el Partido Animalista solicita del ministerio presidido por la señora Sinde la retirada inmediata de las subvenciones públicas a todo el sector taurino, que suponen más de 550 millones de euros cada año, y la prohibición de los festejos populares, corridas de toros y demás actividades que supongan utilización y maltrato de animales.
Comprendo la indignación de muchos. No han tenido tiempo de poner en marcha la prometidísima "Ley de Protección Animal", pero si hay tiempo para premiar la tortura animal del toreo, tan rechazada por muchos ciudadanos.
Me preguntaba a quién creen que van a conquistar con estas decisiones tan erráticas y tan fuera de tiempo. Me pregunto si cree la propia ministra que esto ayudará a conquistar de nuevo a ese millón de votantes que les han dado, a decir de las encuestas, la espalda. No se, me pregunto tantas cosas...