Finalistas del XXI Premio de Novela Ateneo Joven:Chomolangma, de Raquel VázquezLa lucha de dos periodistas contra un sistema social opresivo e injusto.El hombre inacabadopresentado bajo el pseudónimo de Azucena Gormaz PinilaEl esfuerzo por la supervivencia de un grupo humano primitivo.Trastornya, de Inma AguileraUna muchacha inconformista y con habilidades especiales vivirá un giro radical en su existencia.Como colofón a la cena se proclamaron los ganadores y se hizo entrega simbólica (puesto que no quedará en propiedad de los ganadores hasta que en otoño se haga la presentación oficial al público de las novelas) de las estatuillas que te acreditan como ganador de la edición.Ganadores:
En la primera categoría el ganador fue Montero Glez con La puerta del infierno el cual confirmó que su novela tendrá por título definitivo El carmín y la sangre y explicó ese título diciendo que como todo buen espía, este debe pasar desapercibido y confundirse entre la sociedad al igual que una mancha de carmín y de sangre pueden confundirse en una copa de vino.
Montero Glez
En el apartado de novela joven la ganadora fue Inma Aguilera con Trastornya la cual muy emocionada contaba como al enterarse de la noticia el día anterior rompió a llorar de alegría viendo cumplido un sueño. Comentó que en su carrera literaria no había parado de luchar para que algún día llegase un momento como el de anoche por lo que animaba a que nadie abandone nunca los sueños porque estos se cumplen y cuando llegan te das cuenta que todo ha merecido la pena.Inma Aguilera
Tras la entrega de premios y las fotos de rigor para los medios de comunicación se pasó a una rueda de prensa en uno de los salones del Alcázar donde los autores nos presentaron sus obras y respondieron a varias preguntas.Montero Glez comentó que su novela era una novela de espías que se desarrollaba en el sur de España durante la Segunda Guerra Mundial y con un Iam Fleming, el autor de James Bond, como protagonista. Explicó que había elegido ese protagonista porque su vida fue muy interesante y destacó su faceta de espía, una vida la del autor anglosajón que se había dado cuenta no estaba novelada a pesar de todo el interés que sus actividades despertó en Montero Glez. Con relación a los dos títulos y al cambio hizo referencia a que la puerta del infierno era el paso del estrecho por donde los submarinos alemanes, los lobos grises, deambulaban y que aunque ese es un título muy comercial y puede llegar a gustar mucho él no lo es tanto y prefiere uno más literario como El carmín y la sangre. Un Montero Glez que desde que ganara el Premio Azorín con Pólvora Negra afirmaba no haber cambiado siendo el mismo aunque con más memoria, intentando no perder la intensidad que le pone a sus novelas y se mostraba convencido de que en esta seguía por la misma línea en cuanto a la fuerza que le imprime.
Interesante fue la parte en que explicó cómo llegó a interesarse por Iam Fleming, un personaje que poco a poco lo va atrapando rodeado de una literatura relacionada con el autor y los hechos acontecidos donde la vida del propio Iam Fleming según Montero Glez le llegó a parecer más interesante que la del propio James Bond. Un Iam Fleming que usaba la guerra para vivir sus propias aventuras.En cuanto a Inma Aguilera dijo de su novela que esta invitaba a reflexionar sobre los caminos que tomas en la vida y cuyo título tenía mucho que ver con lo que ocurre en la obra, un título que elude a la palabra trastorno pero que el lector comprenderá todo cuando se meta en su lectura. Una obra que es su cuarta novela y que como las anteriores tenía algo de ella misma al igual que la protagonista que en cierta medida era un poco Inma Aguilera en algunos aspectos.
En un momento de la rueda de prensa tomo la palabra el editor Miguel Ángel Matellanes el cual hablando sobre las obras premiadas dijo que eran dos novelas muy diferentes y que aportaban una oferta muy completa para lo que puede llegar a buscar cada lector. En relación a los géneros defendió la libertad de los escritores a la hora de elegirlos y no pensaba que estos escribieran según modas o tendencias puesto que algunas novelas se tardaban años en terminarlas y para ese tiempo ciertos géneros podían haber pasado de moda. Posteriormente ambos escritores confirmaron las palabras del editor indicando que sus historias se alejaban de las modas y si eran fruto de lo que en esos momentos les dictaba su interior.Finalizó la noche conversando en una centrica terraza sevillana con la Giralda de compalera conversando con autores como Salvador Navarro, Fernando Otero, Félix Modriño, Gregorio León, Paco Gallardo, todo un placer como siempre.