La siguiente sorpresa de la noche no vino dada por los ganadores, tan previsibles como mediocres, sino por el smoking de D. Pablo, que se presentó a las recpeciones con el Rey luciendo una camisa de manga larga debidamente remangada con vaqueros. O le merecen más respeto los cineastas que lucieron el “no a la guerra” cuando era políticamente interesado, o se trata de una provocación medida de quien se define como antisistema con la intención, más o menos insana, de cambiarlo desde la base a su gusto. Pedro Sánchez, descolocado como casi siempre, no llevó ni corbata -menos aún etiqueta- y se topó con aquel a quien pretendía aproximarse de smoking con pajarita, aunque no le sentara bien. Sigo preocupado por las pretensiones de carteras de la formación morada, que se olvidan del hmabre y los problemas de millones de españoles para llegar a fin de mes, para solicitar Defensa, Justicia, Interior, control de los medios públicos de comunicación, en vez de Economía, Agricultura y Pesca o Educación, algo que parecería más lógico a sus pretensiones sociales. Entre una cosa y otra, la sensación que uno tiene es la de quien pretende la instauración de un nuevo sistema con un modlo obsoleto que se demostró ineficaz y que condujo al fracaso a otros países… O salvo que siguiendo el criterio de quienes financian sus programas de televisión, nos aproximemos a las respúblicas islámicas. tampoco me extrañaría.