La Ceremonia Magna de Exaltación se realiza cuando el obrero, tras el privilegio de ser acogido en la Orden, cumplir con denuedo los trabajos como Aprendiz y Compañero, y mostrarse un líder, hace justicia al reconocimiento del Grado de Maestro Masón, considerado la conquista del ápice del simbolismo de la masonería, como el coronamiento de un período de prácticas. Con la exaltación, el Maestro adquiere la tan esperada Plenitud Masónica, que da un fuerte significado y no se traduce en pavonearse al exhibir la belleza de su nuevo delantal. Implica ser, a partir de entonces, protagonista, proactivo y estar sintonizado con ...