Publica hoy el Sunday Times (£), de modo muy semejante a como lo hace el The Sunday Telegraph, un explícito reconocimiento de sus iniciales prejuicios equivocados sobre la realidad de la Iglesia católica, Benedicto XVI y desde luego la sociedad del Reino Unido.
Algo de eso recoge la crónica de Emili J. Blasco en ABC:
Benedicto XVI ya no es un “Rottweiller” (raza de perro alemán de gran agresividad), como le calificaron los tabloides ingleses en el momento de su elección como sucesor de Juan Pablo II, sino alguien no sólo humano sino incluso con aureola de santidad. “¿Rottweiller? No, es un abuelo santo”, titula “The Sunday Times”, el domininal de calidad de mayor tirada del país.
“Fue etiquetado como demonio y martillo de gays, pero Gran Bretaña rápidamente ha aprendido a querer al Papa”, dice este periódico. “The Sunday Telegraph” insiste: “Disipado el mito de Rottweiler”.
La masiva simpatía mostrada por los británicos hacia el Santo Padre durante este viaje, con el simbolismo ayer de un Hyde Park y un centro de Londres repleto de personas que querían saludar al Papa, ha acabado por superar muchos prejuicios en el establishment inglés.
Incluso “The Observer”, el dominal de izquierdas, ha optado por un jubiloso Benedicto XVI para su portada, relegando a un rincón la información sobre las protestas contra el Papa día anterior.
Desde este punto de vista, la prensa ha sabido rectificar y ver las cosas, si no como son, al menos como la aprecian mayoritariamente sus mismos lectores.
Así concluye su crónica Jonathan Wynne-Jones, el Religious Affairs Correspondent del Telegraph:
El Papa regresará hoy a Roma habiendo agrandado significativamente su popularidad. La visita ha ayudado a disipar la caricatura de un frío y didáctico pontífice; en su lugar emerge la figura de un amable y frágil abanderado de la unidad de los Cristianos.