Una de las características de todos los deportes es que se caracterizan por temporadas. Aunque se delimitan por meses (por ejemplo, de septiembre a junio en atletismo), se podría decir que sólo son orientativas, puesto que cada persona se las adapta un poco a su vida, incluso sin hacer descanso invernal (claro, ahí hablamos más a nivel de alguien que no compite, alguien cicloturista, un corredor popular) aunque hay muchos deportistas que, compitiendo, no paran. En este artículo quiero hablar de lo que conviene hacer tras acabar la temporada de ciclismo de carretera.
BTT
El invierno es un buen momento para aparcar el plato grande de la bici de montaña y dedicarnos a un deporte como el Mountain Bike, un deporte en el que, si queremos ir un buen rato subidos por los caminos, tendremos que llevar cadencia, una cadencia que luego, con la bici de carretera, agradeceremos. También cogeremos mucha habilidad para el verano, ya que nos tendremos que meter por diversos caminos, esquivar muchas cosas (piedras sueltas, pedregales, trialeras, curvas cerradas con arena...) que, luego, nos ayudaran en el asfalto, aunque parezca que no. La BTT guarda cierta relación con el ciclocross, del que hablaré más abajo. Conviene ir alto de cadencia sobre cualquier terreno: subida, bajada, llano, barro... La bici de montaña es un deporte que, practicado por sitios técnicos, no es nada recomendable ir bajo de pedaladas, porque, si hay mucho barro, nos quedaremos clavados y, al final, tocará bajarnos de la bici, y éso en barro puede ser catastrófico, más que nada po lo "limpios" que nos quedaremos al salir del barro.
Ciclocross
Es una buena especialidad para el invierno, ya que, aunque no lo parezca, se hace un desgaste increíble: hay que dar muchísimas pedaladas (cuando se puede) usar mucho las piernas para hacer fuerza sobre el barro, salir corriendo con la bici a hombros, ir por caminos estrechísimos... Es una especialidad que, personalmente, me encanta. Al hacerse con bicicletas de geometría de carretera, nos da mucha habilidad a la hora de coger "la fina". Como he comentado, es una especialida que nos hará mantener muy bien la forma física.
Carrera a pie
Es un buen deporte para hacerlo con cierta precacución, ya que un ciclista no está acostumbrado a golpear con el suelo (menos cuando se va al suelo) y, por lo tanto, si hacemos mucho esfuerzo, nos fastidiaremos las rodillas o nos provocaremos alguna lesión, como una tendinitis o una rotura de fibras. Un ciclista, al tener una buena forma física y al estar acostumbrado a ir haciendo esfuerzo durante mucho tiempo, tiene un problema si nunca ha corrido: como ve que no se cansa, sigue, y sigue, y sigue, hasta que se lesiona. Una persona sedentaria, como se cansa mucho antes, no sigue tanto tiempo. Conviene empezar haciendo poca distancia a poc avleocidad, e ir aumentando según nos vayamos acostumbrando. No hace falta tener equipaación de marca, sólo las zapatillas deben estar muy bien cuidadas, con buena amortiguación, y exclusivas para la carrera a pie.
Gimnasio
El gimnasio es una buena idea, ya que dentro de él no pasamos frío y tendremos a nuestra disposición un montón de aparatos para hacer. Un ciclista debe hacer bien de abdominales y lumbares, dos cosas que en el ciclismo no se fortalecen, pero que son fundamentales para ir bien encima de la bicicleta y evitar lesiones (por cierto, aunque no venga a cuento, ésto también es importante en la carrera pie, hay una lesión que se provoca por no hacer abdominales y lumbares). En el ciclismo tampoco se usa mucho la parte superior del tronco, por lo que conviene fortalecerla en el gimnasio. La parte superior del tronco (piernas, básicamente) hay que trabajarlas también con cierta importancia para evitar perder musculatura y fuerza. No es cuestión de ponerse como Schwarzenegger, con estar mucho, pero mucho más de la mitad valdrá.