La preparación para la lactancia materna comienza en el embarazo y es muy importante que la tomes en serio. Debés hablar con tu obstetra sobre la lactancia.
Primer paso: La Prevención
Es conveniente revisar la elasticidad de la piel del pecho. Si la misma no se puede pellizcar, es posible que tienda a realizar futuras congestiones. Otro punto importante es la verificación de la protractilidad de los pezones (si el pezón sale o no) mediante una punzada suave en la areola hacia atrás y con los dedos.
La mayoría de las mujeres que amamantan tienen pezones protráctiles, es decir, se encuentran hacia fuera. Sin embargo, existen quienes poseen pezones retráctiles, planos o umbilicados. Si este es el caso, existe el niplette, dispositivo para utilizar durante los primeros tres meses de embarazo que corrigen y sacan el pezón mediante una delicada succión.
Otra alternativa para las mujeres que transitan el último trimestre de embarazo, son los casquillos formadores de pezón, que se utilizan entre el pecho y el corpiño. Ejercen una suave presión sobre una arandela de silicona que saca el pezón.
La técnica de Hoffman
Consiste en una serie de estiramientos de la piel de la areola hacia diferentes lados. Se gira el pezón como si fuera una perilla. Se recomienda hacer con cinco repeticiones de una a dos veces por día sólo si el obstetra lo habilta.
De todos modos, es importante destacar que el bebé se prende del pecho y no del pezón. Por lo tanto, sea cual fuere el tipo, la mayoría puede tomar leche de la mayoría.
Mitos
No todo lo que se dice es cierto. Uno de estos dogmas, afirma que los pezones se deben curtir con una esponja o con un cepillo duro para la succión. Esto no tiene sustento científico y por el contrario, resulta una desventaja a la hora de amamantar.
La areola, es una de las pieles más sensibles del organismo. Se compara con la del contorno de los ojos. A medida que transcurre el embarazo, la piel de la areola cambia de color y alrededor de la misma, desarrolla unos granulos o glándulas de Montgomery. Segregan una sustancia oleosa que altera su PH, protege y lubrica la piel del pezón de manera natural.
Por eso no conviene cepillar, ni lavar con jabón, ni pasar alcohol, ni cubrir con crema. Sola está protegida.
Tratamiento natural
Sí la mamá tiene ganas y si no le produce molestias, a partir de la semana veinticuatro o del sexto mes de embarazo, puede extraer una gota de calostro y esparcirlo sobre el pezón y la areola. Dejar secar a temperatura ambiente y tomar 15 min diarios de sol en los horarios permitidos.
Lavar el pecho solo con agua y dejarlo bajo la ropa y sin corpiño.
Seguí estas indicaciones en el momento indicado. Hablá con tu especialista y preparate con sus consejos.
Fuente consultada: www.utilisima.com