Revista Medio Ambiente
Aunque todavía hace frío y los días son aun muy cortos, ya hay muchas especies que han empezado a reproducirse y otras que están a punto de comenzar. Muchas especies de aves, sobre todo en aquellas en las que hay una intensa selección sexual, ya han cambiado el plumaje y lucen ahora sus mejores galas.
En los azulones (Anas platyrhynchos) y otras anátidas, cuando llega la época de cría, los machos invierten todos sus recursos en cortejar a las hembras y en evitar que otros machos las fecunden para así asegurar su paternidad. El brillo de su plumaje y la presencia de ciertas coloraciones en las partes desnudas indican a la hembra que ese macho será un buen padre para sus hijos, ya que ha sido capaz de conseguir el suficiente alimento para destinar parte de sus energías en incrementar su atractivo. Por otra parte, cuando mas atractivo sea un macho para la hembra, también lo será para sus depredadores ya que su llamativa coloración lo hará mas conspicuo. Debido a esto, si a pesar de poseer esa coloración o incluso unos atributos grotescos e hiperdesarrollados, el macho ha logrado sobrevivir a la depredación, evidentemente es un buen macho. Esto es lo que se conoce como "el pricipio del hándicap" que ya he comentado en este blog hace tiempo.
Y ser un buen padre en este caso indica que les dejará unos buenos genes y no que cuidará a sus hijos, ya que una vez puestos los huevos, la hembra será la que lleve todo el peso de la incubación y de la crianza de los pollos, mientras que el macho se desentenderá completamente.