Segunda fase de decisiones: viaje, invitaciones, decoración …
¿Qué era lo siguiente? Lo teníamos claro: el viaje de novios… ¿Cuál es una de las mejores cosas de casarse? Sin duda, ¡pegarse un viajazo de escándalo…! Y así, gracias a la recomendación de un amigo de Rudy (mi novio), nos pusimos en contacto con Mundo Expedición, una agencia de viajes a medida que se adapta al 100% a tus necesidades (destino, presupuesto, planes, etc.). Nos reunimos con Luis de Paz, y junto con su compañera Tamara Muñoz-Calero, diseñamos el viaje de nuestros sueños. ¡Nos hacía tanta ilusión que en febrero ya lo teníamos cerrado! Nos iremos a Botswana (destino que trae mucho cachondeo y más ahora que el Rey está en todos los ‘papeles’) y a Maldivas. ¡Qué ganas!
Por la complejidad del alojamiento en Ciudad Rodrigo nos urgía enviar las invitaciones cuanto antes. Como os conté en el post anterior, enviamos un Save the date previo para que la gente reservase hotel pero queríamos darle algo más de formalidad al tema sobre todo pensando en los amigos de nuestros padres. Lo tuvimos claro desde el primer momento y llamamos a Cayetana Soroa. Rudy y Caye se conocen desde hace mil años pero es que además tiene un gusto tremendo. Nos vino a ver a casa (vive en Bilbao pero hace bodas por toda España) y decidimos lo que queríamos, una invitación que recordase a campo, que fuese fresca y alegre. Después de volverla un poco loca con cambios en el mapita de ‘Cómo llegar’ nos sorprendió con una invitación preciosa. ¡Dio completamente en el clavo! La tenéis justo a continuación. ¿No son preciosos los detalles de los dibujos de Madrid, Marbella, y la finca La Vide? ¡Me encantan!
La estética para mí es fundamental, es algo a lo que le doy mucha importancia. Me gusta ‘lo bonito’ y disfruto con ello. La decoración es uno de mis hobbies pero vivo en una casa chiquitita, a la que no le caben más cosas, y la boda era una oportunidad perfecta para ”divertirme” pensando en cómo decorar la iglesia y el Palacio.
Desde el día en que decidimos casarnos no he parado de empollarme blogs de todo tipo (sobre todo Casilda se casa, ¡cómo no!), me he hecho seguidora de decenas de wedding planners y floristerías en Instagram, ‘repineo’ casi compulsivamente fotos en Pinterest… todo para buscar ideas porque hoy, con tanta información, todas nos creemos ‘medio decoradoras’ de interiores. ¿No creéis? En el Palacio, Carmen García me dio luz verde para encargarme de la decoración. (Ya os hablaré del equipo del Palacio porque está siendo una gozada organizar la boda con su ayuda). La verdad es que me lo estoy pasado pipa pensando en qué poner aquí y allí. En Mimub, Una Boda Original y Rue Vintage 74 he encontrado cosas preciosas que ahora estoy viendo cómo combinar.
Las flores
Las flores me chiflan y tenía claro que quería encargarme yo también de ellas. Desde enana he vivido rodeada de flores y plantas. A mi madre le encanta la jardinería (sin duda creo que podría haber sido una buena paisajista) y ha cuidado ella misma de todos los jardines de las casas en las que hemos vivido. Mi padre siempre que estaba en Madrid se acercaba a la floristería a comprar flores. El olor de los tulipanes, los liliums y los jacintos me recuerdan a él, al salón de casa.
A pesar de lo anterior, yo era una ‘cenutria’ y no tenía ni idea de flores (de cómo cuidarlas y tratarlas) pero tuve la suerte de descubrir que en The Workshop Flores de Sally Hambleton, para mí una de las floristerías con más gusto y encanto de Madrid, organizan de vez en cuando cursos. Como no podía ser de otro modo, me apunté. Además de disfrutarlos muchísimo (es un perfecto plan afterwork
) aprendí algunas nociones básicas de cómo hacer centros y ramos en las clases prácticas que imparte la propia Sally. Y estaré loca pero me voy a lanzar y vamos a encargarnos nosotros de la decoración florar del Palacio (eso sí, con la ayuda de Carmen y su equipo). Con el ramo no me arriesgo y me lo harán en The Workshop Flores y con la iglesia tampoco y se lo hemos encargado a Pepo, de Flores Toñi en Ciudad Rodrigo, que conoce a la perfección la capilla y captó al vuelo lo que queríamos (nada clásico de gladiolos y claveles…). ¡Qué ilusión y qué nervios… espero que quede todo bien!(Fotos de la clase en The Workshop Flores de Sally Hambleton y de mis creaciones)
Os preguntaréis, ¿y el traje de novia? Esa es una de las cosas en las que primero piensan las novias, ¿no? En mi caso, como mi hermana vive en Buenos Aires esperé a Navidad para empezar a visitar a diseñadores porque quería que ella me acompañase… pero el vestido es un capítulo aparte que merece otro post…
¡Nos vemos pronto! Gracias por seguirme…
Rocío