El proceso de socialización empieza, realmente, a partir de los tres años pero, a medida que nuestro hijo va creciendo también va necesitando espacios más grandes para jugar.
El comienzo de la guardería supone para el niño empezar a convivir con la ansiedad, la actitud de los padres es muy importante para su superación definitiva.
Cómo actuar el primer día de guardería.
- No ir con demasiado estrés los primeros días, hacer un desayuno relajado, que el trayecto de casa al centro sea sin prisas...
- La actitud de los padres ha de ser positiva, tenéis que transmitirle al niño confianza y seguridad por el centro y sus educador@s
- Si el centro lo permite vuestro hijo puede llevar un objeto de transición (chupete, mantita,...)
- Si el niño lo necesita, hacer un proceso de adaptación, dejándolo poco tiempo y ampliándolo con los días
- Siempre, despedirse del niño y decirle que volveréis a por él
Niños menores de ocho meses.
- Son menos expresivos para expresar su conformidad o inconformidad
- Demandarán más mimos y abrazos cuando sus padres estén con ellos
- Detectan con facilidad el estado anímico de los padres
Niños mayores de un año.
- Plantean más dificultades para la adaptación
- Sufren ansiedad por separación y por las nuevas rutinas
- Tienen miedo a que no vuelvan sus padres
Niños de dos años.
- Se adaptan con más facilidad
- Son más autónomos
- Sienten más curiosidad por otros niños
- Demandan más espacios de juego
Como en todos los aprendizajes, cada niños tiene un ritmo y necesitan más atenciones o más cariño que sus padres han satisfacer.
Aunque el niño haya estado todo el tiempo en el centro jugando, aprendiendo, cantando... también, necesita que le dediques tiempo haciendo esas mismas actividades contigo.