Revista Talentos
Las hojas caídas del otoño son para mi alegoría del cambio... En la naturaleza todo se renueva, la rueda de la vida mueve sus manecillas para que el cambio sea garantía de su conservación. Así en nuestra vida el cambio constituye un pilar por el cual avanzamos, nos desarrollamos y nos convertimos en la mejor versión de nosotros mismos.
En la semilla ya está escrito el proyecto de árbol, pero si esa primera semilla no decide abandonar la oscuridad de la tierra donde se sentía segura y abrir su piel para que surja el tallo, el árbol no será.
Lo que suele ocurrir es que nos duele soltar las hojas secas... Al fin y al cabo nos habían acompañado durante tanto tiempo que les hemos cogido cariño. No vemos que aferrarnos a ellas puede impedir que la vida continúe...
Si estás decidido a cambiar y a avanzar en tu camino, aquí te dejo cuatro sencillos pasos que pueden ayudarte en tu empeño.
Son cositas que yo misma he ido probando a lo largo de los años y que podrían marcar la diferencia en tu propio camino hacia la transformación y la mejora personal.
Lo sencillo a menudo se revela como lo más poderoso...
Abre ventanas y ventilaDeja el aire correr una vez al día o al menos ten la costumbre de hacerlo a menudo, mínimo una vez por semana. ¡Verás que diferencia! Incluso en esta época de gripes y constipados, tu salud te lo agradecerá. Ventilar la casa nos libera de virus, ácaros y otros visitantes indeseables. Despeja el ambiente y verás cómo se despeja también tu cabeza.
Bebe aigua a menudoBebe al menos 1 litro y medio diario, llévate una pequeña botellita en el bolso -yo uso una de 750 ml. hecha de materiales libres de PVC y otros plásticos insalubres y la relleno de agua mineral o té frío en casa-. Bebe al comenzar la actividad y cuando termines. Si realizas ejercicio, bebe a pequeños sorbos antes o durante -yo suelo hacerlo mientras voy en bicicleta-. El agua nos libera de toxina y nos ayuda a controlar el peso.
Medita cinco minutos al díaSi eres una persona muy ocupada, piensa que cinco minutos los empleas en cualquier tontería... A mi me ha resultado muy difícil encontrar ese espacio íntimo cada día. En mi caso funciona reservarme 5 minutos antes de ir a dormir y me ocupo de que en casa todo el mundo respete ese espacio. Cuando por cualquier motivo no he podido meditar antes de dormir -las noches de insomnio de mi pequeña en ocasiones me dejan "cao"-, lo hago al día siguiente al despertarme o al mediodía, antes de reiniciar la actividad en casa. Intento ir intercalando espacios de meditación enmedio de la rutina diaria y cuando lo hago mi cabeza parece que se "reinicia" y funciona aun mejor después.
Despréndete de lo viejoNo hay duda de que la mejor manera de hacer espacio a lo nuevo es desprendiéndote de las "hojas secas" que inundan tu vida: trastos, ropa que hace más de dos años que no utilizas, cajones "desastre", papeles, albaranes y facturas caducas, juguetes... Puedes tirarlos o darlos a organizaciones que le busquen un segundo uso. Te aseguro que algo nuevo aparecerá en cuanto hayas hecho ese espacio... Puedes aplicarte la fórmula también con tu "patrimonio inmaterial": relaciones o compromisos que ya no van contigo, clubs, actividades que ya no te motivan, etc...
No menosprecies un buen descansoDescansa a menudo. Duerme las horas que necesites. Tu salud se verá beneficiada. Pensarás con más eficacia y podrás encontrar nuevos caminos y soluciones a los retos que te propongas.
Ya me contarás...
Te deseo un buen cambio.