Prerrevolución

Los ciudadanos se mueven, protestan y expresan su enfado y su frustración. El movimiento ha echado a andar despacio pero parece que cada día va tomando más cuerpo. La movilización se inició por el este, en Grecia, y se ha extendido a otros países: Francia, Gran Bretaña, Irlanda, Italia... Es la protesta global que acompaña a la estafa global de los grandes eespeculadores mundiales, asociados con la Unión Europea, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y las agencias de valoración de riesgos financieros (Moody´s, S&P) para acabar con el Estado del Bienestar.
No puedo evitar comparar la situación actual con la que condujo a la Revolución Francesa. El pueblo pasaba hambre y estaba harto de los privilegios desmesurados de los nobles, del absolutismo y el despilfarro de la monarquía y la avaricia de los ricos. El terremoto llegó avalado por un movimiento cultural y filósofico, la Ilustración, que clamaba por la igualdad entre los seres humanos y exigía más libertad para todos, además de cuestionar el papel opresivo de la Iglesia Católica sobre las conciencias ciudadanas.
La Revolución Francesa derribó al carcomido Antiguo Régimen y sus postulados se extendieron por el mundo como una epidemia imparable.
La revolución social que se atisba ya en Europa, a diferencia de la que se produjo hace doscientos años, será global, prenderá en todos los países más o menos al mismo tiempo, y terminará arrumbando, un día u otro, el sistema actual ultracapitalista basado en la codicia, la desigualdad y la esquilmación de los recursos del planeta.
¿Y España qué? España, como en aquel lejano 1789, está a verlas venir. Los súbditos españoles del siglo XVIII y comienzos del XIX eran temerosos de Dios, seguían con reverencial devoción las peroratas de sus confesores incultos y supersticiosos, se arrodillaban ante el noble y vibraban con las bodas reales... mientras sus hijos se morían de hambre y los cegaba el analfabetismo endémico. Es decir, más o menos como hoy.
Mientras los ciudadanos europeos del siglo XXI se movilizan, protestan, hacen huelgas y se enfrentan a  los poderes establecidos, aquí miramos para otro lado, nos dejamos manejar por unos políticos vendidos a las financieras, por unos sindicatos subvencionados y dóciles y por unos medios de comunicacióna alienantes que nos ofrecen como gran atractivo las andanzas de una series de mamarrachos y mamarrachas que no hacen la o con un canuto. Nos adocenan. Nos sedan, nos duermen. Seguimos siendo analfabetos funcionales.
Así es la España de hoy, igual a aquella miserable que gritaba "vivan las caenas" y hacía fila para besar, entre lágrimas de emoción, a cristos y vírgenes sostenidos por obispos orondos y lujuriosos.
Esta es Europa:
Grecia: continuas jornadas de huelga y agresión al exministro de Transportes Kostis Hatzidaki, quien al parecer que no se acordaba de que la cosa no está para salir de paseo.


Roma: Manifestaciones de protesta y enfrentamientos con la policía por el fraude parlamentario que le permite seguir a Silvio Berlusconi (uno de los capos más grandes de las altas finanzas causantes de la crisis) al frente del gobierno italiano.

París: hasta los estudiantes se movilizan en la calle contra la reforma de las pensiones y el retraso en la edad de jubilación.

Londres: Los estudiantes, indignados, toman la calle y provocan disturbios por la subida de las matrículas universitarias.


Dublín: Los ciudadanos claman y se movilizan por el duro ajuste que les ha sido impuesto por la Unión Europea como condición para poder acceder a los fondos de rescate.


En España, miles de personas se movilizan para recibir al papa B16, quien aprovecha la ocasión para insultar al país y a sus autoridades (por llamarlas de alguna manera) comparando la situación actual con la que había en los años previos a la guerra civil.