Presa de Aldeadávila

La Presa, también conocida como Salto, de Aldeadávila y situada en el Parque Natural de Arribes del Duero, es la presa más espectacular construida en el mayor cañón natural de la Península Ibérica en la frontera natural entre España y Portugal. Se ubica en el curso medio del río Duero, a 7 km de la localidad de Aldeadávila de la Ribera.

El cañón del Duero tiene 400 m de profundidad y la presa ocupa un tercio de esa altura, unos 130 m, por lo que sus paredes verticales son de una indudable grandiosidad y belleza. Es una de las mayores obras de ingeniería civil a nivel mundial y fue construida con el fin de aprovechar el potencial energético del río Duero y generar electricidad de manera limpia y sostenible. El salto pertenece al complejo hidroeléctrico llamado "Saltos del Duero", que comprende los saltos de Aldeadávila y Saucelle sobre el río Duero y el salto de Villarino sobre el Tormes, en la provincia de Salamanca. Todo este gran proyecto hidráulico se originó a principios del siglo XX. El Gobierno español aprobó la concesión para ese aprovechamiento en 1926 y los gobiernos de España y Portugal alcanzaron en 1927 un acuerdo para repartirse las aguas internacionales. Así las obras comenzaron en 1956, empezando a funcionar regularmente en 1963.

La presa es propiedad de Iberdrola, y en su día fue la mayor central de Europa occidental. La hazaña que supuso llevarla a cabo la convirtió en una de las presas más emblemáticas de España, por su complejidad y armonía con el paisaje de los Arribes. Fue una novedad en España considerar construir una central subterránea, la primera central hidroeléctrica de esas características. Es de tipo Arco Gravedad y está construida a base de hormigón.

Debido a la espectacularidad de sus obras y por encontrarse enclavada en un idílico paisaje, el embalse se ha convertido en uno de los grandes atractivos turísticos de la zona. Hay muchos motivos para visitar esta presa y observarla desde varios miradores habilitados, como es el "mirador del Fraile" o el del "Picón de Felipe".

Pero fue su utilización como escenario de algunas películas muy conocidas lo que más fama internacional dio a esta gran obra, como la mítica "Doctor Zhivago" de 1965, "La Cabina" de Antonio Mercero de 1972 o la sexta entrega de "Terminator" de James Cameron.

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