Hoy os traigo la reseña de Presa del placer, la quinta entrega de una saga de la que hacía un tiempo que no os hablaba: Psi/Cambiantes de Nalini Singh. Le tenía bastantes ganas a esta novela en particular, ya que se centraba por fin en Dorian, que era uno de los centinelas de los DarkRiver que más me molaba y porque suponía una continuación directa de la entrega anterior, La luna del leopardo.
La científica Ashaya Aleine es la Psi perfecta: fría, metódica y entrega al desarrollo de un implante que convertirá a toda su raza en esclavos del Consejo Psi. Sin embargo, todo eso es una mera fachada, ya que Ashaya lo único que desea es poder escapar de la Psi Net con su hijo, Keenan, a quien tienen de rehén para poder usar contra ella. Precisamente por eso, cuando ayudó a Talin McKade y los DarkRiver a salvar a unos niños, les pide que a cambio secuestren a su hijo.
Los DarkRiver así lo hacen y, desde el primero momento, Dorian conecta muy bien con el pequeño Keenan. De hecho, no sólo con él, sino que en cuanto Dorian conoce a Ashaya, se siente terriblemente atraído hacia ella, lo que genera una horrible batalla en su interior, pues Ashaya es una Psi y los Psi fueron quienes asesinaron brutalmente a la hermana de Dorian. No obstante, a pesar de lo mucho que odia a los Psi, Dorian acaba ayudando a Ashaya, a la que no sólo el Consejo Psi busca, debido sobre todo a su tortuoso pasado.
Como ya he dicho, le tenía ganas a Presa del placer porque, por un lado, Dorian me gusta mucho desde la primera entrega de la saga y, por otro, porque Ashaya era un personaje bastante intrigante cuando apareció en la novela anterior. A primer vista, Ashaya parecía una Psi bajo los efectos del Silencio, pero tanto la preocupación por los niños de Tally, a los que ayuda en La luna del leopardo, como la petición de que secuestren a su hijo para sacarlo de la Psi Net eran bastante curiosas.
Y el desarrollo de Ashaya no me ha decepcionado en absoluto. Tanto ella como el misterio que hay en torno a ella, están muy bien escritos, resultan muy entretenidos y es imposible no comprender la mala situación en la que se encuentra Ashaya. En ese sentido, creo que esta historia es de las mejores que ha escrito Nalini Singh, ya que mantiene la tensión y el misterio sobre todo lo que oculta Ashaya y las motivaciones para comportarse cómo lo hace. Nosotros vemos que Ashaya no está bajo el Silencio, que tiene sentimientos, pero aún así lucha por mantenerlos a raya y por proteger a Keenan. Además, la resolución de la trama es muy, muy interesante y a mí personalmente me gustó mucho.
Al igual que me gustó cómo se desarrolla la relación entre ellos. De nuevo, los dos personajes arrastran una serie de cargas, que suponen obstáculos en su relación: la complicada historia de Ashaya por un lado y el profundo trauma que arrastra Dorian. Dorian perdió a su hermana por culpa de los Psi y, desde entonces, los odia, por lo que al principio el sentirse atraído por alguien como Ashaya le resulta conflictivo.
No obstante, la relación no se antoja repetitiva y avanza con tino. No siempre es fácil, porque ambos son distintos y tienen mucho carácter, pero no resulta repetitiva, que era lo que sucedía en La luna del leopardo con Clay y Tally, que siempre andaban con los mismos tiras y aflojas.
Además, como en todos los libros de los Psi/Cambiantes, Nalini Singh se encarga de avanzar en la trama de acción y las múltiples intrigas que hay en su mundo: desde los tejemanejes del Consejo Psi, hasta la aparición de un grupo humano que tiene sus propios objetivos y que desea beneficiarse del conflicto entre Psi y Cambiantes. Todo ello pasando por los cada vez más constantes conatos de revolución contra el Consejo Psi y su política cada vez más radical y aterradora. Eso, de paso, nos permite ir viendo de nuevo a los personajes que ya hemos conocido: Lucas, Sasha, Vaugh, Faith, el señor Nightstar, Judd... Y eso siempre mola.
Es decir, que Presa del placer sigue en la tónica del resto de la saga, lo que es todo un halago porque son entretenidas, románticas y cargadas de acción y, por eso, es muy sencillo devorarlas y, sobre todo, disfrutarlas. Vamos, que no me canso de recomendar ni esta saga ni a Nalini Singh, que me parece una gran autora.