PRESAGIO, MARÍA MARTÍNEZ | 2021 | FANTASÍA ROMÁNTICA | TITANIA | 480 PÁGS.
William no ha creído nunca en las coincidencias. La aparición de otro vampiro, con sus mismos poderes, no es una simple casualidad. Ahora sabe que alguien oculto en las sombras intenta controlar su destino. Necesita su sangre y hará todo lo posible para conseguirla.
William tendrá que elegir entre el amor y la muerte. Entregar su alma o renunciar a su corazón. Condenar al mundo o perder aquello que más ama.Una mentira.Una profecía.Una traición.La línea que separa el bien del mal nunca ha sido tan delgada.Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.
¡Buenas! Ay no sabéis que emoción me da traeros la segunda parte de Destino, la trilogía vampírica de María Martínez, porque confirmo que es un auténtico vicio. Me puse con él nada más me llegó y me pasó como con el anterior libro, me duró dos días. Os juro que mi intención era leerlo tranquila, de hecho estaba en una racha en la que me apetecía leer pero a la vez me daba pereza coger un libro así que pensé que se me atragantaría pero no, fue el empujón que necesitaba para retomar la lectura.
A todo esto, voy a hacer una pequeña aclaración: Esta reseña no contiene spoiler del libro pero evidentemente se hará mención a cosas que sucedieron en el libro anterior porque entonces esta reseña no tendría sentido.
En esta parte María se toma su tiempo en esta parte ya que es en este libro cuando conocemos de verdad todo el mundo de los vampiros, el anterior libro daba pequeñas pinceladas. La presentación en sociedad me pareció una fantasía porque rompe un poco con la familia y sociedad de vampiros tan ''amable'' que estamos acostumbrados a ver. La familia de William es encantadora pero a la vez inquietante, los criados -que están al tanto de todo- los aprecian pero a la vez advierten a Kate de que no se deje llevar. Y bueno hay una escena en concreto que ocurre en la casa que para mí es LA escena donde Kate es la máxima reina.
Me gusta la sociedad que ha creado de seres sobrenaturales, su jerarquía y todo el tema del pacto por fin conocemos en profundidad. Creo que es de las partes que más he disfrutado. Pero como todo romance Kate y Will también pasa su propia crisis mientras que cada vez la profecía se va complicando más y más, introduciendo personajes nuevos que son top.
Como siempre todos los lobitos tienen mi corazón desde el minuto uno aunque Shane sea el niño de mis ojos por divertido y descarado. Will en este libro me ha gustado un poco menos pero porque en algunos momentos su alma torturada me ha saturado. Eso y porque el auténtico protagonista para mí ha sido Adrien, el nuevo personaje que LO ADORO. No quiero desvelar mucho de él pero me encanta que sea un personaje totalmente gris y opuesto a Will aunque los dos sean unos emo boys por excelencia. Las escenas de él y Kate son mis favoritas. Y hablando de esta última... No puedo con ella. No empatizo, me parece que algunos de sus razonamientos no tienen mucha coherencia por no decir nada. Por último quiero mencionar a su abuela que es la que me ha robado el corazón y alguna lágrima durante alguna escena que tiene con William.
Mi única pega con este libro ha sido Kate -como ya dije- por los razonamientos tan incoherentes que tiene y por el final. Ese final me ha gustado pero a la vez no por Kate y la actitud que toma. No la he entendido ni me ha parecido lógico pero ya sabéis que en estas cosas cada uno tiene su opinión y no siempre te puede gustar el final.
Eso sí, estoy deseando saber cómo acaba esta historia porque con el giro argumental que ha dado este libro ya si que no tengo ni idea de por dónde va a ir la cosa pero me muero de ganas de descubrirlo.
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