Si alguna vez te has preguntado cuándo prescriben las deudas de la Agencia Tributaria, aquí tienes la respuesta.
La Agencia Tributaria y sus trámites
La Agencia Tributaria es uno de los organismos más respetados del Gobierno y no es para menos. Uno de sus trámites más importantes, la declaración de la renta, debe ser presentado de forma anual por la gran mayoría de trabajadores, ya sean asalariados, autónomos o pensionistas. En general, toda persona que haya generado ingresos durante el año natural anterior, siempre y cuando sean superiores a los 22.000 euros o a los 14.000 si han tenido más de un pagador.
Plazos de Hacienda
Los plazos de presentación de la Agencia Tributaria son bastante amplios, pero sigue habiendo contribuyentes que esperan hasta el último momento para entregar la declaración de la renta. Lo más recomendable es conocer cuándo finaliza el plazo de la renta y marcarlo en el calendario para asegurar que no se pasa la fecha indicada.
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Consecuencias de contraer una deuda con Hacienda
Si los contribuyentes no cumplen con los plazos, recibirán deudas de Hacienda. De igual manera, si se aplaza la declaración y Hacienda te lo deniega o si no pagas a tiempo si te sale a pagar. En estos casos, los contribuyentes también se preguntan cuándo prescriben estas deudas con Hacienda. Estas deudas caducan a los cuatro años desde el último día del plazo de presentación de la declaración o autoliquidación correspondiente.
El embargo se trata de "una medida de último recurso de la que dispone la administración para cobrarse deudas generadas por diferentes motivos". Zaragozá aclara que "Hacienda no procede al embargo de manera inmediata, sino que suele enviar requerimientos previos para dar la oportunidad al contribuyente de regularizar su situación". Por ello, es de vital importancia que los autónomos estén pendientes de las notificaciones de la Agencia Tributaria.
En caso de embargo
En caso de embargo, Hacienda tomaría posesión de los bienes de los autónomos para cobrarse la deuda a través de la subasta de los mismos. Además, la Agencia Tributaria puede aplicar restricciones sobre los activos esenciales de un negocio, lo que podría dificultar o incluso paralizar su funcionamiento.