Cuando nos enteramos que Andrés Pascual venía a Madrid para presentar EDÉN, su última novela, apuntamos en nuestra agenda subrayado y con negrita el día 4 de noviembre.
No queríamos perdernos la oportunidad después de haber leído la novela, de escuchar lo que tenía que contarnos y que además nos firmara la novela, ya que en la Fería del Libro no pudo ser porque no había llegado el ejemplar a tiempo a nuestras manos.
Así que llegados el día y la hora estábamos en el Espacio Besterman donde se celebraba la presentación y, además, nos llevamos una grata sorpresa al saber que Julia Navarro iba a acompañar a Andrés Pascual para la ocasión.
Julia Navarro nos dejó claro que era una gran admiradora y seguidora de Andrés Pascual, de su forma de escribir y de sus novelas, además de quererle mucho.
Calificó a Andrés como una persona vitalista, con muchas ganas de vivir y que tenerle al lado es como que te pongan una inyección de vitaminas.
Nos dijo que para ella era muy importante que una novela deje huella, y que Andrés lo logra en todas ellas, ya que te coge de la mano y te lleva de viaje en todos sus libros, pero lo hace de dos maneras, el que podríamos llamar viaje exterior, ya que están llenos de aventuras, de escenarios apasionantes y pasan muchas cosas; y otro viaje muy importante que es el viaje interior, ya que siempre te hace plantearte una reflexión sobre quienes somos, donde vamos, por qué hacemos lo que hacemos, somos lo que somos, ...
Después, Julia Navarro sacó a la periodista que lleva dentro y entre reflexiones, preguntas y algo de charla entre los dos escritores se puso sobre la mesa que Edén era un libro para remover conciencias, pero no se quedaba sólo en eso, era mucho más que una crítica social, porque es una novela muy entretenida en la que pasan muchas cosas. Es verdad que la novela te lleva a reflexiones muy duras, pero Andrés siempre busca el punto positivo ya que siempre hay esperanza, una vía de escape, una vía de salvación, y un lema: para cambiar el mundo lo primero que tendríamos que lograr sería un Edén interior para poder llegar después al Edén exterior.
Andrés comentó que había elegido Brasil porque resumía perfectamente lo que quería transmitir en Edén, ya que en este país se puede encontrar lo peor del planeta (inseguridad, desigualdad, falta de sostenibilidad, deforestación, etc.) y también lo mejor (ciudades espectaculares donde sus edificios pueden ser verdaderas obras de arte, avances tecnológicos, grandes empresas, etc.). Edén puede ser un buen reflejo de lo que está pasando en Brasil o en cualquier lugar del mundo (no hay más que ver las páginas de cualquier periódico estos días).
Julia comentó que había apreciado un cambio en su manera de contar las cosas a lo largo de su trayectoria, que pensaba que Andrés era ahora más novelista, que era su mejor novela, a lo que Andrés contestó que el oficio se nota.
El personaje preferido de Andrés en esta novela es su protagonista Mika, una mujer que tenía que resultar creíble pese a todo lo que hace durante 7 días. No es un personaje real, pero se ha basado en una karateka de Logroño para darle vida.
Comentando la sensibilidad y la manera con la que Andrés escribe, Julia Navarro preguntó a Andrés Pascual si no se planteaba escribir poesía, a lo que Andrés contestó que en todo menos es más, que sólo había escrito dos haikus que le habían quedado muy redondos y que era mejor no bajar la media.
Finalmente, después de numerosos halagos por parte de Julia Navarro hacia Andrés, pasamos a la segunda parte del encuentro. Para esta segunda parte, Andrés había preparado una charla en la que nos iba a hablar un poco sobre el momento en el que surgió esta idea, cómo se fue desarrollando y fue encontrando la inspiración y sobre todo darnos unas pistas de cómo piensa que se puede llegar a conseguir el edén interior para poder empezar a ir a por el exterior, y así poder intentar cambiar el mundo.
Es por ello que esta segunda parte empezó lanzándonos un reto: si tuviéramos la posibilidad en nuestras manos de resetear el mundo y empezar de cero, ¿dónde, en qué momento y lugar pondríamos ese inicio? Andrés nos contó que piensa que ninguno de nosotros hacemos nada por cambiar el mundo porque nos sentimos parte de esa sociedad que detestamos. Así que él mismo, como parte de su documentación se puso a imaginar dos edenes: el originario y el prometedor, a ver si desde alguno de ellos se podría llegar a crear un mundo de cero.
Nos contó que inició su viaje a Brasil en Manaos, después pasó a Mato Grosso, mucho más exuberante y con mucha más vida animal. Lo que más le fascinó en estos lugares fue conocer a los nativos. En cada uno de esos individuos veía una posibilidad de generar un mundo nuevo sin adulterar. Sin embargo, a 4 hileras de árboles ya nos podíamos encontrar a los madereros, gente exactamente igual que la anterior pero que se habían dejado corromper y no muy lejos de allí ya podíamos ver cacerías humanas. Aquí se dio cuenta de que desde aquí no se podía generar un Edén.
Es por ello, que acudió al Edén prometido. Viajó a San Paolo donde reinan las empresas, la innovación tecnológica... pero sin embargo, allí también podemos encontrar a los miles de personas que viven en las favelas por lo que tampoco es el lugar idóneo para resetear el mundo.
Después de estos dos intentos fracasados de edenes se dio cuenta de que lo que había encontrado en ellos había sido espíritu ya que después de ver lo mejor y lo peor de cada lugar, pensó que había encontrado gente que estaba dispuesta a sacrificar parte de lo suyo por un mundo mejor. Gente que sabía que tenían que luchar por conseguir avanzar aun no siendo en su beneficio sino en el de la comunidad.
Después de haber visto como llegar al edén exterior, mediante la buena gente, lo importante es conseguir a esa gente, es decir, llegar a formar un edén interior que nos permita perseguir el exterior y para ello nos planteó la teoría de que había que generar un universo interior y que todos los universos parten de una primera estrella, en nuestro caso una estrella de cinco puntas:
- Fin: el signifcado, la finalidad, hay que tener claro lo que nos mueve a crear ese edén interior.
- Vacuidad: somos expertos en generarnos obstáculos por lo que tenemos que aprender a crear nuestro edén desde el vacío. Nunca vamos a encontrar el momento perfecto para empezar a hacerlo ya que siempre algo se interpondrá en el camino por lo que tenemos que aprender a crearlo desde el caos.
- Esfuerzo: además de emplear esfuerzo en lo que perseguimos hay que tener claro a qué dedicamos ese esfuerzo por lo que hay que: hacerse un plan y aplicar una dosis de ese esfuerzo a modelarse a sí mismo, no sólo a conseguir a lo que queremos sino a mostrárselo al resto.
- Ilusión: transmitir ilusión a los que te rodean genera libertad. El verdadero creador abraza por igual la realidad y los sueños.
- No ansiedad: hay que lanzarse a los proyectos pero siendo consciente, el miedo también es bueno.
Con estas claves que forman las cinco puntas de la estrella. Andrés nos dijo que consideraba que se podía empezar a crear un edén interior para poder llegar al exterior.
Para acabar Andrés nos dio las gracias por haber compartido con él ese rato, y se firmó ejemplares a todo el que quiso acercarse.
Si queréis saber lo que nos pareció el libro AQUÍ os dejamos el enlace nuestra reseña.
FICHA DEL LIBRO