El pasado 1 de Octubre tuvo lugar en el Patio Sevillano (Sala Puerto), la presentación de la nueva novela de Fernando Otero, La Suite Jonda. Era la primera presentación que asistía tras el confinamiento y todo discurrió entre muy buenas medidas de seguridad y la organización estuvo de nueve y medio.
Acompañaban al escritor y docente universitario por expreso deseo de este, los periodistas Marina Bernal y Alejandro Luque, y el editor de Algaida Miguel Ángel Matellanes. Como en anteriores ocasiones fue este último quien se encargó de presentar al autor y dar paso a sus acompañantes.
Comentaba Matellanes que este era un libro muy esperado porque Fernando Otero no había vuelto a publicar una novela desde que en el 2012 ganara el Premio Ateneo Joven de Sevilla con su novela Donde la muerte te encuentre.
La Suite Jonda es una novela que trata dos líneas argumentales. La primera es rememorar el primer festival de cante Jondo, un evento que se celebró en la ciudad de Granada y que estuvo organizado entre otros por Manuel de Falla. La otra línea es una trama ciertamente intrigante sobre la investigación que le fue encargada al General Picasso, tío del famoso pintor, sobre el desastre de Annual.
Ante tal descripción del libro por parte del editor no pude sino reconocer que la trama me resultaba muy interesante pues aúnan dos temas que me interesan y me gustan bastante, la historia y el flamenco.
Tocó el turno de palabra de Alejandro Luque quien alabó que Fernando Otero hubiese abordado desde el punto de vista de la narrativa una de las minas culturales que tenemos “Muy feliz porque esa pasión que Fernando tiene por el flamenco la haya hecho novela”.
Destacaba el autor que en el flamenco hubo un antes y un después a partir de ese certamen puesto que es a partir de entonces cuando las grabaciones en discos de pizarra de estos cantes comenzaron a proliferar y para ello el autor contó como anécdota como Falla realizaba esas grabaciones a los artistas que participaron en el festival.
Hablando del famoso compositor. Fernando Otero destacó su figura y recalcó que alguien como Falla se interesara por el flamenco supuso un hito a nivel institucional porque era la primera vez que eso ocurría. “Andalucía era el lumpen de España y el flamenco el lumpen de Andalucía”.
Se detuvo el autor en hablar de Falla como uno de los protagonistas de su novela junto a otras figuras de renombre de las artes de aquella época. De él dijo que era un hombre tímido, introvertido, y que dada su personalidad fue toda una sorpresa que se involucrara tanto en aquel certamen, y dada su fama fue una suerte, que supuso que el evento tomara mayor difusión.
Se pasó por parte de Otero a relatar las diferencias entre cante jondo y flamenco. Explicó a petición del editor en que consistió el certamen y algunas curiosidades sobre él y sobre el expediente Picasso del cual dijo cosas muy interesantes y confesó, que a la hora de buscar información había sido una tarea bastante ardua pues había tenido que leer las actas originales, más de mil folios, en un lenguaje bastante farragoso y administrativo.
De ahí se comentó por parte de Alejandro Luque sobre ese tema siempre candente sobre el estado de salud del flamenco y su leyenda urbana que dice que es un arte que se muere y que con las nuevas innovaciones lo único que se hace es pervertir el arte. Fernando Otero explicó que ya por aquella época para los puristas vivir de cantar era un acto de traición para los flamencos y ya aprovechó para hablar de “el tenazas”, el protagonista de la novela y nos contó varias anécdotas de su persona.
Llegado el turno de intervención de Marina Bernal departió con el autor sobre el trabajo de documentación realizado para elaborar el libro y alabo la capacidad para recrear los diálogos de personajes como Falla y Lorca. “Ha sido un trabajo donde la documentación no es un proceso para documentarse o copiar frases sino para saber cómo piensan” … “lo más duro ha sido la parte del informe Picasso ya que desde que era joven manejo biografías, y mucha documentación sobre el flamenco”
Volvió a preguntar Alejandro Luque y en esta ocasión le pidió al autor que etiquetara su novela y preguntó si había intención de que fuera una novela social. “No era mi intención, pero los componentes del libro se prestan a convertirla en ello” dijo Fernando Otero recordando la famosa frase de Alfonso XIII “que cara se ha puesto la carne de gallina”, ante las peticiones de rescate del caudillo Abd El-Krim por los soldados hecho prisioneros por este.
Casi concluyendo el evento, Marina Bernal leyó un fragmento de la novela y después se dio paso a Jesús Corbacho al cante y a Juan Campillo a la guitarra que nos deleitaron con una recreación musical de los cantes de aquel I Concurso de Cante Jondo de Granada de 1922.
Finalizó la presentación con la correspondiente firma de libros.