¿El secreto de su éxito? No dejaba nada librado a la improvisación y aplicaba técnicas específicas para presentar de manera simple conceptos complejos.
¿Qué hacía?
1. Planificaba su contenido
Es un mito creer que sólo alcanza con conocer mucho acerca de un tema.
Cuando presentamos ante una audiencia, siempre hay que planificar no sólo el qué se va a decir, sino el cómo.
¿Cómo acercaremos el mensaje de manera que se comprenda mejor? Definir la audiencia es uno de los pilares que determina el contenido.
2. Contaba una historia
¿Alguna vez te preguntaste por qué las series duran media hora? Mantener la atención durante más tiempo lleva mucho esfuerzo, más aún si no es un entretenimiento y todo se reduce a una persona hablando.
Estructurar el contenido es una de las maneras que ayuda a la audiencia a imaginarlo y recordarlo. Por eso las historias son tan efectivas: nos dan un formato para convertir los conceptos en algo que se pueda imaginar.
3. Creaba contenido visual simple
Los apoyos visuales son clave para explicar conceptos y ayudar a la audiencia a comprenderlos. Lo que hay que evitar es utilizarlos como ayuda memoria y cargarlos de texto.
4. Ensayaba
¡Y mucho! ¿Cuánto es mucho? Lo suficiente como para decir el contenido sin pensarlo. Pero atención: no es sólo repasarlo y leerlo, sino realmente ensayarlo.
Nadie nos enseñó a hacer presentaciones y, sin embargo, tener excelentes habilidades comunicativas es crítico para el buen desempeño profesional. ¿Cómo conseguirlo entonces? Mirá el curso de presentaciones efectivas y convertí ideas en nuevos logros.
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