Revista En Femenino

Presidenta por un día (por Chelo)

Publicado el 18 mayo 2011 por Imperfectas
Me ha tocado. Pensaba que ya me había librado, pero no. Me ha tocado. No se me va de la cabeza. A mí no me toca nunca nada. Ni la lotería, ni los sorteos en la cena de Navidad de empresa, por no tocarme no me tocan ni sorpresas chulas en los huevos Kinder. Tengo un mal rollo por dentro. Me ha tocado ser presidenta de una mesa electoral en las próximas elecciones municipales y autonómicas de Madrid. Tal y como lo voy escribiendo me enciendo, me ha sentado como una patada en el culo.
El domingo 22 tengo que estar el colegio electoral a las 8 de la mañana y con suerte habré llegado a mi casa a las 12 de la noche. Con suerte digo (y tal y cómo me viene últimamente me van a dar las uvas allí). Eso no sólo significa que uno de los dos días de descanso que tengo a la semana va a ser de todo menos de descanso. También significa que a mi hijas no les voy a ver ni el pelo. No, si yo hago lo posible por conciliar, pero es que no hay manera. 
Presidenta por un día (por Chelo)
Junto con la carta, me mandan un librito donde entre otras cosas me dicen que si no me presento estoy cometiendo un delito e incurriré en pena de privación de libertad de 14 a 30 días y multa de dos a diez meses. Esta es nuestra democracia. Si no te presentas en la mesa electoral a ejercer tu obligación con el sistema democrático, arrestado. A mi muy justo, lo que se dice justo, no me parece.  Peor me parece (por ejemplo) conducir borracho y lo resuelven quitándote puntitos del carnet de conducir.
Cualquier persona que sepa leer y escribir entre los 18 y los 65 años puede ser elegido para estas funciones, por sorteo. Les da igual que trabajes el tope de horas semanales permitido por la ley, no les importa que tengas hijos pequeños a tu cargo (claro, como se pueden quedar con el padre, no puedes alegar "graves cargas familiares"). Tampoco les importa que no estés de acuerdo con el sistema. Como buen sorteo, todos estamos en el saco.
¿Compensaciones? 62,61€ en concepto de dietas. Vaya, por 16 horas de trabajo me sale a 3,9€ la hora. Ya trabajo mis 40 horas semanales fuera de casa y otras cuantas dentro. Pero me ha tocado trabajar el domingo. Por el Estado del bienestar, por la democracia y a cambio de 62, 61€. Un chollo, vamos.
Luego está el tema de la responsabilidad que implica estar de presidenta en una mesa. Qué luego será una chorrada, no digo yo que no. Pero te lees el librito este y dices, "Mariano, pásame el lápiz que tengo que estudiar". La leche. Que si responsable del orden público en el centro (¡!), que si el acta, que si firma aquí y allí, que si este modelo hay que completarlo de tal forma.... Cómo si no tuviera yo ya suficientes responsabilidades en esta vida.
Realmente no se me ocurren alternativas a este sistema de pacotilla, bueno, si, se me ocurren y las descarto porque la cosa no es tan sencilla como puede parecer antes de reflexionar sobre ella. Hasta que no te toca (al menos en mi caso) no te pones a darle vueltas al tarro en cómo hacerlo de manera justa para el ciudadano y velando por un sistema poco tendente a la corrupción. No es fácil, os animo a poner aquí vuestras ideas.
Bueno, voy a tomármelo con un poco más de filosofía, igual hasta conozco gente interesante, voy a tener anécdotas para escribir la segunda parte de este post y quién sabe si la tercera. Y... y... no sé, no se me ocurren más, se admiten ideas para subir la moral. :-(
PD: Por cierto, una vez que te ha tocado, a la siguiente entras igual en el bombo, así una persona puede ser miembro de una mesa 3 veces en su vida y otra ninguna. Ahí dejo el dato para la reflexión.

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