Existen muchas razones que pueden dar lugar a la presión alta en el embarazo, y también varios tipos de ella, uno de los más conocidos es la preeclampia que produce presión sanguínea alta, además de la hipertensión crónica de la mujer o hipertensión transiente que se produce sobre el final del embarazo.
La presión arterial alta se debe tratar si se produce en el embarazo, ya que podría dar lugar a insuficiencia renal en la madre que impide el aporte de nutrientes y oxigeno al feto.
Se ha demostrado que los hijos con mujeres de presión alta en el embarazo pesan menos, pueden nacer antes de tiempo e incluso son más propensos a la presión arterial alta, además de que la preeclampsia puede dar lugar a muchas situaciones de riesgo llegando incluso a la muerte del bebé y la madre en el peor de los casos. Por eso mismo, se debe controlar la presión de la mujer en el embarazo frecuentemente, sobre todo si tiene antecedentes en este aspecto.
La presión arterial alta después del embarazo pasa un tiempo hasta que vuelve a la normalidad. Es recomendable seguir durante y después del embarazo una buena dieta con ejercicio, reducir la sal, quitar el alcohol y cafeína y una vida tranquila. Si es necesario se dará algún tratamiento.
La presión arterial alta es peligrosa para todas las personas por los problemas que puede llevar consigo, sin embargo, es más grave en el embarazo en que no sólo corre peligro la mujer sino también la criatura. Un cambio de hábitos de vida puede ser suficiente, o en ocasiones ser necesario más, en todo caso se debe consultar con el médico.
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