Revista Comunicación
AVANZA IMPARABLE LA demolición del estado de bienestar que está perpetrando el Partido Popular. Madrid, de nuevo Madrid como conejillo de indias, se erige en avanzadilla del liberalismo económico que con tanta fe profesan en la Puerta del Sol y aledaños. De un brochazo, el heredero político de Aguirre, Ignacio González, da una nueva vuelta de tuerca al sistema sanitario exprimiendo, aún más, lo que es de todos. No recuerdo exactamente en qué punto del programa electoral del PP de Madrid avisaban de que iban a imponer el euro por receta y de que ahondarían en la privatización sanitaria hasta unos límites insospechados y desconocidos. Es por eso, visto lo visto, por lo que no acabo de entender que no acometan una privatización completa. Los exconsejeros Manuel Lamela y Juan José Güemes fueron unos timoratos en comparación con Javier Fernández-Lasquetty. El actual responsable de la sanidad madrileña parece tenerlo mucho más claro tras haber pasado algún tiempo como secretario general de FAES, el laboratorio de ideas geniales del Partido Popular, donde sigue como patrono. Si las empresas gestionan mejor lo público, son más eficientes, cuidan mejor a los pacientes, motivan más a los profesionales y, encima, nos ahorran dinero, pues nada, adelante, que supriman directamente la consejería de Sanidad y entreguen todo el sistema al oligopolio formado por Capio y Ribera Salud. Cuando acabe esta maldita crisis, y echemos la vista atrás, al ya escuálido estado de bienestar no lo va a conocer ni la madre que lo parió.