La exposición al sol, el aumento de la transpiración, el cloro y la sal, aunque son la definición de verano y disfrute, es cierto que pueden afectar de forma negativa a nuestro cabello, provocando incluso su debilitamiento. Y es que, tras la época estival, la caída capilar se agudiza por diferentes factores ambientales y estacionales. “El proceso de caída y regeneración del cabello en esta etapa del año entra dentro de la normalidad. Sin embargo, tras el verano y todas las circunstancias que lo rodean, esta caída se acentúa y puede llegar a preocupar a muchas personas. Aunque por norma general no debemos alarmarnos ni tomar medidas adicionales, sí que podemos adoptar una rutina que nos ayude a cuidar la salud de nuestro cabello”, explica Carla Ramon, product manager de Solgar. En ese sentido, los expertos de Solgar®, marca referente en bienestar y complementos alimenticios, proponen adoptar cuatro hábitos que contribuyan a controlar una caída capilar abundante tras los meses de verano: - Hidrata el cabello. El cloro, la sal y el sol pueden resecar el cabello y contribuir a su debilitamiento. La exposición más regular a estos factores externos hace que a la vuelta a la rutina debamos prestar un poco más de atención a la hidratación del pelo. Durante el verano es importante aplicar protección solar y utilizar gorros o sombreros para prevenir la exposición excesiva, así como enjuagar el cabello con agua fría para eliminar el cloro y la sal. A estos hábitos estivales debemos sumar una hidratación extra tras el fin del verano que incluye el uso dos veces por semana de mascarillas y acondicionadores compuestos por ingredientes como el aceite de argán, la keratina, el aloe vera o la manteca de karité.
- Sigue una dieta rica en nutrientes. Durante estos meses de verano en los que la mayoría aprovechan para disfrutar de sus vacaciones, es habitual que nuestra dieta cambie y aumenten las comidas fuera de casa. Esto, en ocasiones, implica un aumento del consumo de snacks, barbacoas, alimentos procesados, etc. Recuperar una dieta equilibrada no solo contribuye a nuestra salud general, si no que puede tener un impacto significativo en la caída del cabello. Y es que, nutrientes como las proteínas, zinc y hierro son esenciales para la salud capilar. Así, el consumo de alimentos como las nueces, huevos, legumbres y carnes magras pueden beneficiar a nuestro cabello.
Además, también puedes apoyar la dieta con complementos alimenticios especialmente diseñados para el mantenimiento del cabello: |