El primer procedimiento para prevenir la osteoporosis consiste en cumplir con todos los requerimientos necesarios para alcanzar un buen nivel de masa ósea al llegar a la etapa de la madurez esquelética, la cual se alcanza entre los 30 y 35. Es a partir de ese momento que se comenzarán a pagar las cuentas de todo el capital acumulado. Es por ello que se recomienda, durante la adolescencia y la juventud, ingerir una cantidad de alimentos ricos en calcio, realizar ejercicios físicos y suprimir el tabaco y el alcohol, con la finalidad de formar una buena cantidad de masa ósea.
Es fundamental adquirir estos hábitos antes de que comience el deterioro óseo, es también por ello que siempre se afirma que la osteoporosis comienza a prevenirse desde el primer día de vida.
Después de la menopausia, la disminución brusca en la producción de hormonas (estrógenos) por el ovario puede acelerar la destrucción de los huesos, con la alteración consiguiente de del metabolismo del calcio.
Existe por ello, en la actualidad, un acuerdo universal en virtud del cual se recomienda a las mujeres, a estas edades, que incrementen en su dieta la ingesta de calcio.
Los alimentos que más calcio continen son la leche y sus derivados, especialmente el queso.
A algunas mujeres no les gustan los derivados lácteos. A otras incluso, les pueden sentar mal al intestino o detectar la intolerancia intestinal debido a la falta de una sustancia necesaria para su digestión. En estos casos, se deberá tomar el calcio en forma de medicamento u optar por algunos otros alimentos que también contienen calcio, como las nueces, aunque en menor proporción. En ello deberá tenerse en cuenta lo que el profesional médico recomiende.
También se recomienda a todas las mujeres un programa de actividad física que incluya el caminar de 30 a 60 minutos, entre tres y cuatro veces por semana, para mantener la masa ósea y un buen tono muscular en las extremidades inferiores. Los tóxicos nocivos para para el hueso, como el alcohol y el tabaco, deberán ser suprimidos.