No hay nada que más preocupe a una madre que su bebé enferme. Más aún si es de los que enlazan una enfermedad tras otra.
En ocasiones, será difícil prevenirlo. Incluso, resulta necesario para el fortalecimiento de su sistema inmunológico. No obstante, podemos llevar a cabo ciertas medidas de higiene y hábitos de vida que reduzcan la probabilidad de que nuestro bebé caiga en determinadas enfermedades infecciosas.
Si no quieres pasarte todo el invierno entre jarabes, mocos y la sala delpediatra, deberías:
- Lavarte las manos frecuentemente
- Ofrecerle alimentos ricos en Vitamina C (cítricos, verduras frescas, etc)
- Evitar llevarlo a la guardería hasta que no se recupere totalmente de una anterior enfermedad.
- No dejar que comparta chupetes, vasos, cubiertos, con otros niños.
- No permitir que nadie fume delante de él.
- Ventilar frecuentemente su habitación.
- Seguir ofreciéndole la leche materna durante el invierno
- No poner la calefacción excesivamente alta en casa.
- Utilice alimentos prebióticos.
- Esterilice los objetos que su bebé suela llevarse a la boca.
- Evitar lugares muy concurridos.
- Vacunar al bebé con las vacunas que se recomiendan por edades.
- Utilizar hierbas que estimulen su sistema inmunitario. Únicamente válido para niños mayores de dos años. Podemos encontrar hierbas como: propóleo, tomillo, levadura de cerveza, etc.