Los cambios hormonales a los que se da lugar en el embarazo hacen que se puedan producir cambios en la piel, en su textura, e incluso manchas en la piel, sobre todo en el primer trimestre del embarazo.
Para que nos hagamos una idea, hasta el 80% de las mujeres tienen manchas en la piel en el embarazo llamadas melasma, especialmente en nariz, barbilla, pómulos y frente, especialmente por los cambios hormonales.
Hay que tener en cuenta que son más propensas a estas manchas las mujeres con tez más oscura, pero también podemos ver que afectan a muchas mujeres y la única forma de protegerse es tomar en cuenta las recomendaciones.
Para prevenir manchas en la piel se debe utilizar protector con protección solar UV, que ayudará a prevenirlas o al menos que no tengan un color más oscuro. Suelen desaparecer tras el parto, pero es mejor evitarlas. Si no desaparecen, hay cremas o geles que pueden ayudar en este aspecto. Hay que protegerse del sol, esto es clave.
Se puede utilizar un maquillaje que lo disimule, aunque esta no es la solución definitiva.
Se recomienda utilizar cremas faciales y productos de limpieza suaves, para que no irriten la piel.
Ciertas manchas en la piel pueden significar otro problema, pueden ser síntoma de alguna enfermedad, así que si estos cambios en la pigmentación de la piel conllevan síntomas a mayores es necesario consultar con un médico.
Normalmente las manchas en la piel son habituales en el embarazo y algo muy común que no conlleva nada a mayores, simplemente molestan porque no son estéticamente bellas a pesar de saber que se pueden ir tras el embarazo, aunque hay que mirar si tras ellas se esconde algo más.