La taquicardia se caracteriza por un violento incremento de la frecuencia cardíaca, superando normalmente los 100 latidos por minuto. Este estado, que en muchas ocasiones se asocia a la ansiedad, se puede prevenir de forma natural, con unos pocos cambios en nuestra dieta y estilo de vida.
Uno de los mejores alimentos que vamos a encontrar es la tila, remedio tradicional para parar los nervios en estados de ansiedad y/o palpitaciones, ayudando a calmar a la mente y al cuerpo, hecho que se debe a su acción sedante y dilatadora de las arterias. Procuraremos tomarla en infusión.
Las acelgas, las espinacas y la lechuga son algunas de las verduras que más potasio aportan, componente que regula el ritmo cardíaco. Eso sí, debemos cuidar de no de ponerlas en remojo durante mucho tiempo, de lo contrario disminuirá la cantidad de potasio.
Otro de los alimentos clásicos que favorece al corazón son las nueces, fuente muy importante de vitamina E, que además de regular la tensión arterial, mantiene a raya el colesterol, debido a su riqueza en ácidos grasos omega-3, lo que conocemos como las “grasas buenas”.
Los dátiles también pueden ayudar a luchar contra las taquicardias, dado que por su alto contenido en calcio y magnesio previenen las palpitaciones que provienen de causas nerviosas y/o relacionadas con la ansiedad.
Dejando de lado estos alimentos, una buena forma para relajarse, especialmente en épocas frías, son los baños calientes. Para conseguir un efecto más sosegador, incluiremos en el agua del baño las cáscaras de dos o tres limones.
Para finalizar, deberemos andarnos con ojo con las bebidas excitantes o con altas dosis de cafeína, como pueden ser el alcohol, la cola, el té o el café. Asimismo, existen también algunos remedios herbales que por sus componentes estimulantes no nos favorecerán en casos de taquicardia. Una muestra de ello son el gingseng o el romero.