El inicio de la Temporada 2018 fue desastroso para los Bills. Fueron masacrados por los Ravens en su primer partido de la campaña y los Chargers los vencieron sin problema una semana después, en el primer encuentro de Josh Allen como titular. Para la semana 3, ante los Minnesota Vikings Allen tuvo un partido destacado y consiguió su primer triunfo.
Después vino la catástrofe. Mermado por una lesión en el codo, Allen apenas logró un récord de 5-6, 2 074 yardas, 10 touchdowns y 12 intercepciones; así como 631 yds y 8 TD por tierra. Los números como pasador no lo respaldan, pero hacia su segunda temporada, se muestra sano y con mayor potencial para colocar a Buffalo más arriba que en 2018.
¿Cuáles son las expectativas de los Bills en 2019?
Estar abajo de los Patriots en la AFC East. Tienen que permanecer por encima de los Jets y superar a los Dolphins dentro de su división. Puede que este no sea el año en el que Buffalo regrese a playoffs como en 2017, a pesar de que tienen un mejor equipo que en aquella campaña, aunque la apuesta es consolidarse hacia 2020. Si llegan a meterse como Wild Card no sería tan sorpresivo como se piensa.
5 interrogantes de los Bills rumbo a 2019
1.- ¿Qué puede lograr sano Josh Allen?
En los primeros nueve partidos de 2018, Buffalo promediaba sólo 10.7 puntos y 248.3 yardas por partido. De esos nueve, Allen jugó en cinco (ganando dos partidos). En las últimas siete semanas, esos números incrementaron considerablemente a 24.7 puntos y 363.3 yds por encuentro. El juego por tierra que implementó el coordinador ofensivo Brian Dobell en Allen ayudó a mejorar su ofensiva. El trabajo que haga para mejorar su precisión en pases cortos y medianos durante los entrenamientos previo a 2019 serán importantes para convertirse en un quarterback mucho más confiable, pues en pases largos ha mostrado tanto la fuerza como el toque. Si mejora esos aspectos y mantiene un juego terrestre mesurado entonces podría ser una amenaza.
2.- ¿Qué tan capaz será el juego por tierra ahora con mejores jugadores?
LeSean McCoy viene de tener su peor temporada como profesional con tan sólo 514 yardas y 3 TD. Por lo mismo, el equipo buscaría intercambiarlo o cortarlo. Para mejorar el juego terrestre llegó el veterano Frank Gore para disputar su temporada 15 como profesional. Su experiencia y veteranía ayudarán mucho dentro del backfield, y 2018 terminó con más de 800 yardas.
También se suma T.J. Yeldon, un buen elemento en terceras oportunidades que atrapa pases y genera yardas . Pero ninguno de los tres anteriores será el titular a largo plazo. Ahí es donde entra el novato Devin Singletary. El apodado Motor, quien fue seleccionado en la tercera ronda del Draft 2019, llega a la NFL tras haber corrido para más de 4 000 yardas en tres temporadas en la Universidad de Florida Atlantic, con la juventud y habilidad para cargarse al hombro a la ofensiva de los Bills. Si sigue siendo igual de dinámico y habilidoso, entonces Buffalo mejorará muchísimo generando peligro por tierra.
3.- ¿El QB ya tiene armas a la ofensiva?
En 2018, el líder receptor en yardas de los Bills fue Zay Jones con 652 y después de él Robert Foster con 541. Sin contarlos a ellos (pues permanecen en el equipo), el cuerpo de receptores de Buffalo era bastante mediocre con jugadores como Kelvin Benjamin (cortado a mitad de temporada), Isaiah McKenzie (jugador que rinde en equipos especiales) y Andre Holmes.
Para 2019, el cuerpo de receptores mejoró notablemente. En agencia libre, los Bills se hicieron de Cole Beasley para cubrir el slot (en 2018 superó las 600 yardas por recepción) y John Brown (superó las 700 yds la campaña anterior). Utilizado en la parte final de la temporada, Foster encontró una buena conexión con Allen y podría ser el líder receptor del equipo aunado a un Jones bastante decente. A ellos se les puede unir el versátil wide receiver de segundo año, Ray-Ray McCloud III.
En la posición de tight end, Charles Clay partió a Arizona, Jason Croom es confiable como válvula de escape y buen bloqueador. Si bien Tyler Kroft, un gran bloqueador que llegó en agencia libre, estará fuera por tiempo indefinido por lesión, encontraron buenas piezas en Dawson Knox y Tommy Sweeney via Draft.
4.- ¿Una línea ofensiva más sólida?
A excepción del tackle izquierdo Dion Dawkins, el resto de la línea ofensiva es completamente nueva. Quinton Spain llega para tomar la posición de guardia izquierdo. El centro Mitch Morse arriba desde los Chiefs siendo un muy buen liniero ofensivo. Spencer Long será el guardia derecho para 2019 y el tackle derecho sería el novato de segunda ronda Cody Ford.
Con una mezcla de veteranía, experiencia, juventud y talento, esta línea ofensiva será la base para que Josh Allen tenga tiempo para lanzar largo y que Singletary se vaya puliendo.
5.- ¿No hay puntos débiles en la defensiva?
Línea por línea puede que los Bills no sean dominantes o que cuenten con jugadores All-Pro (aunque algunos podrían tener nivel de Pro Bowl), pero tampoco se ven huecos enormes en la defensiva. El único jugador de fue Pro Bowl por los Bills en 2018, Kyle Williams, anunció su retiro. Sin embargo, llegó el novato Ed Oliver en el Draft, jugador que ha recibido comparaciones con Aaron Donald en algunos aspectos. Los defensive ends Jerry Hughes, Trent Murphy y Shaq Lawson son bastante capaces. Completando dicha línea, Star Lotulelei es un veterano que ayudará mucho a que el nivel de Oliver se vaya incrementando en la NFL.
En la línea de linebackers, el jugador de segundo año, Tremaine Edmunds, y el veterano de Pro Bowl en 2016, Lorenzo Alexander, forman una dupla bastante temible. A ellos los complementa Matt Milano como posiblemente el jugador más “débil” de la defensiva.
La secundaria sigue siendo una de las mejores de la NFL. En 2018, ningún equipo permitió menos yardas por aire por partido que los Bills (179.2). Gracias a la presencia del CB Tre’Davious White y de los safeties Micah Hyde y Jordan Poyer, esta línea es brutal. E.J. Gaines, Levi Wallace, Siran Neal y Kurt Coleman son buenos elementos de rotación.
El previo a la temporada 2019 de los Bills continúa en la siguiente página.