Desde pequeña las lilas han estado muy presentes en casa, mi madre siempre traía ramitos y los colocaba por la casa, llenado cada espacio con su aroma, y es que en Zamora es muy fácil encontrarse con lilos adornando las calles, siempre pensé que me encantaría tener uno en casa cuando fuera mayor.
Y mira por donde que en esta casa lo tengo, que sorpresa me dí cuando lo atisbé, y mira que esta escondido!! Lo genial es que esta a la entrada, así que cuando vas caminando hacia la casa, te topas con todo su aroma y no sabes de donde viene!
Hace poco me compré esta jarrita, no es nada del otro mundo, pero me encantó la ilustración y la forma, me la imaginé siempre llena de flores, tiene el tamaño, la altura y la boca perfecta, para colocar ramos silvestres!
Así que manos a la obra, el lilo necesitaba que le quitaran
peso para poder seguir floreciendo con vigores renovados. Cortar unas cuantas ramitas, limpiarlas de habitantes incómodos, quitarle algunas hojas, igualar los tallos ...
Y ya tengo mi jarra llena de preciosas lilas, no pueden hacer mejor pareja, creo que acerté de pleno con esta jarrita! Es genial tener un pequeño pedacito de primavera en casa Como lo veis?!! Os gustan las lilas?