Revista Tecnología
Primer Concurso de RetroRelatos de RetroManiac - Historia
Publicado el 19 julio 2013 por Retromaniac @RetromaniacMag1º Concurso RetroRelatos de RetroManiac
Historia, por Sergio Domínguez Sánchez
Esta historia es real al 90%, por llevar la contraria al estereotipo de reales o ficticias y que siempre queda muy bien decorarla para que a los que menciono en ella, al igual a los lectores se rían, o se les venga a la mente recuerdos y esa sensación de melancolía al recordar situaciones parecidas. Lo llamaré
ORGÍA PARA TODOS LOS PÚBLICOS(1)
Hubo una vez que se era, en una asquerosa tarde de verano del 99 (con 35º C a la sombra), quede con tres amigos en mi piso(2). Más que nada porque era el único que tenía la casa para mí solo y con aire acondicionado. El plan era sencillo, nos íbamos a ver una película que nos alquilamos del videoclub y una vez terminara a tomarnos algo fresquito en la heladería y devolvíamos la película al videoclub.
Como siempre ocurría, iban llegando uno detrás del otro habiendo uno que como siempre era más lento que las cargas de mi Amstrad CPC464(3), es lo que tiene que cada uno viva en una punta de la ciudad, menos uno que era vecino mío.
Así que lo normal al entrar Pablo, el vecino, por la puerta de casa, nos vamos para mi cuarto donde ya lo tenía preparado para la quedada. Al sentarnos en las sillas, con el ordenador encendido escuchando música, como los demás aún tardarían un rato en llegar, dijo que si podíamos echar una partidita a algo rapidito antes de que llegasen. Y se le apetecía un Snow Bros que con el fresquito del cuarto y con el terral(4) decía que se le había antojado jugarlo.
Cómo no, ejecuté mi MAME, motivando con mostrarle los juegos que había conseguido en la última actualización del MAME, con sus fotitos, para identificarlos más fácilmente, al ver los miles de juegos que había, cosa que suele ocurrir, en vez de ir directo al juego comenzamos con el barrido de juegos desde el CERO hasta la Z. Con los típicos comentarios, 19XX, imagino que versión para adultos del 1942, y así con juegos hasta que llegamos al Black Tiger, ahí ya comenzamos con las comparativas, que si me recuerda al Savage o que si se lo pasó en la recreativa con cinco duros, hasta que llegamos al fin al que buscábamos.
Añadimos créditos como locos y comenzamos el vicio, ya que el tema de compararlo con juegos antiguos que jugamos, mientras viciábamos de lo lindo íbamos recordando el cómo nos conocimos unos años antes, en el mismo videoclub al que tenía que ir después, mirando de alquilar un juego. Ahí estaba yo mirando a las estanterías llenas de juegos, qué juego podía llevarme, y estaba interesado en un RPG, porque varios compañeros de colegio hablaban que si habían jugado a un tal Zelda y que si era un gran juego, como era normal en mi, me podía pasar una hora mirando las estanterías juego por juego para ver un poco como las películas, de qué trataba, qué género era y si estaba en español o no.
Mientras me decidía o no él entró al videoclub y tras verme más de diez minutos mirando como un tonto caja por caja los juegos, y al ver que tras mirarlos todos le pregunté por el Zelda al dependiente. Se me acercó y ahí fue como nos conocimos, además se me quedará grabado a fuego la situación, ya que al ver que preguntaba por un buen juego de rol creía que yo ya estaba metido en el tema de los juegos RPG, me tenía como en un interrogatorio de la policía, que si ya me lo había pasado, que él lo ha alquilado un par de veces, que cual es el que más me gusta, qué me parecía el juego, etc.
Al ver que no respondía a casi nada, le respondí, maldigo esa respuesta, porque ahora me hace gracia pero ese día no me hizo ninguna, “es que es la primera vez…”, sin dejarme terminar la frase las carcajadas de él llamaron la atención de todos, a lo que le dije gritando para que me oyera, “que voy a jugar a un juego de rol”, secándose las lágrimas y viendo que estaba mas colorado que Super Mario, porque aunque cortito sabia que había metido la pata y el cuerpo entero con esa respuesta.
Justo en ese momento vino el dependiente que sí escuchó toda la conversación y me trajo del mostrador el que sería mi primer juego RPG, el Illusion of Time, ya que lo acababa de comprar y lo iba a poner para alquilarlo y él era otro vicioso, así que se informó bastante sobre el juego y me lo recomendó por ser lo que buscaba, fácil de jugar, en español y encima era algo nuevo y como todos los niños podría fardar de haber jugado a un juego nuevo. Y con ese juego le demostré a mi madre que era de las que creía que los juegos de rol eran demoníacos, ya que ella me veía mientras jugaba o le contaba yo la historia, ya que a ella le deje con la curiosidad de que el juego era nuevo y tenía una historia muy interesante y le comparaba el juego a leerse un libro pero siendo el protagonista.
El Dong, de mi viejo timbre, ya que el Ding estaba afónico el pobre, interrumpió la partida y la conversación, era el segundo de los amigos que estábamos esperando, al ver que estábamos con el emulador no quería quedarse mirando, así que cambiamos de juego y nos pusimos con el Sunset Riders, los tres juntos, pero no duró ni un momento porque justo al comenzar la partida llegó el que faltaba.
Ya estando los cuatro presentes decidimos mirar de jugar a algo, ya que había tiempo de sobra para ver la película y así matábamos el tiempo y podíamos ir un poco más tarde que refrescara algo. Como el juego que teníamos se podía poner a cuatro jugadores, lo hicimos, pero fue algo difícil de jugar, ya que solo tenía dos mandos y mi teclado, con lo que jugar dos personas en el mismo teclado era más frustrante que buscar a Peach(5), y mi ordenador parecía más una bomba con los pitidos cada vez más continuados porque no podíamos pulsar tantas teclas a la vez, además de la incomodidad de estar cuatro manos en un teclado. Por lo que tuvimos que dejar el juego en poco tiempo.
Como ya teníamos el pique de jugar a algo, queríamos jugar a algo para “partirnos la cara”, viciosamente dicho, pero no queríamos un Street Fighter ni ninguno la saga de King of Fighters o similares, porque queríamos estar jugando los cuatro a la vez. Unos minutos después de mirar que podíamos hacer saque la Nintendo 64 y les dije que podíamos jugar un Bomberman 64 los cuatro.
Y ahí comenzó la mejor y peor parte de todo, (la orgía y desenfreno)(6), y sí, lo he dicho bien, no era una matanza, era una orgía porque cada vez que alguien moría se convertía en fantasma y se dedicaba a fastidiar a los demás. Y los comentarios iban in crescendo. Que sin un “Toma”, o “venga no me j$%&#(7)”, pasando por crear pequeñas canciones con las músicas de los escenarios con rimas, pero lo peor fue tras la cuarta o quinta partida ahí ya nos desbocamos el pique, el desenfreno y el volumen iban en aumento con cada partida, ya soltábamos lindezas de “te voy a dejar la cara que ni tu madre te va a reconocer”, o mencionábamos a la madre que nos parió, a la mujer del Zorro(8), ya por no mencionar gemidos de dolor y gozo mezclados con gritos de espanto. Todo claro está, de buen rollete(9).
Nos lo estábamos pasando de fábula, hasta que de pronto vi como todo el dormitorio se movía de golpe, cuando pude reaccionar comprobé que me faltó el canto de un céntimo(10), para besar el suelo. Los demás no tuvieron tiempo de reaccionar. No sentí dolor, lo que sí tuve fue un mareo que parecía que había dado un doble mortal en el aire antes de acabar en el suelo, al mirar arriba vi las caras descompuestas de espanto de mis acompañantes, pero sus miradas no iban dirigidas a mí.
Al girarme, con los gemelos de pajarita(11), vi a mi madre, que en el estado que estaba me recordaba al Joker, con una sonrisa de mala de película, de la rabia que tenía encima y de fondo a mis amigos que iban reculando evitando a mi madre como si les fuese la vida en ello. Acto seguido solo se oía las voces que ella me daba contándome que desde la primera planta se oía todo de la que teníamos formada, para colmo había estado un rato llamando al timbre y al ver que nadie le abría, usó sus llaves y fue directa a mi cuarto, y fue cuando me dio tal clase de colleja.
Tartamudeando pregunte que hacia allí en la casa, tras el sarcasmo de que para eso vive allí, dijo que a donde iba a ir si no tras un largo día de trabajo, se hizo el silencio incómodo y mientras nos mirábamos entre todos mi madre me dijo que eran las 22:15. Con lo que si ya estaba pálido y acojonado subí de nivel porque el videoclub estaba a punto de cerrar y el último autobús para dos de mis amigos salía en quince minutos.
En menos de cinco minutos ya colocamos el cuarto, las cosas y estábamos bajando las escaleras porque nos cundía más que el ascensor. Hicimos un récord Guiness en el circuito, primero al videoclub que había cerrado justo mientras llegábamos, y como no había otra carrera hasta la parada del bus. Llegando parejos con el último que salía.
Ya poco más que contar, porque me quedo sin hueco, al regresar a casa tuve el mayor rapapolvo de mi vida, el juego lo pagamos a medias con mis amigos y de la clase castigo que me pusieron tuvo que ir uno de mis amigos a entregarlo. Pero el vicio no nos lo quita nadie.
(1). Más adelante sabréis el porque del título, así os obligo a leerlo.
(2). Bueno era la casa de mis padres pero nos entendemos.
(3). Es un relato retro así que lo del caballo del malo no pegaba mucho. Si alguien no sabe lo que es, mirad en GOOGLE.
(4). Efecto climático típico del verano en los cuales la suave brisa veraniega era similar a la de un lanzallamas.
(5). Vamos que no lo habréis sentido ninguno cuando jugabais al Mario, “La princesa está en otro castillo…” Y siempre la raptaban en todos los juegos, llegue a pensar que en el fondo le gustaba.
(6). El vicio padre madre y muy señor mío.
(7). Pues a lo mejor Otro Día A lo oS lo digo.
(8). ¿De verdad no lo entendéis?
(9). Aunque no os lo creáis. Te entraban ganas de matar a más de uno, pero después de morir te desahogabas con el culpable.
(10). Era por el canto de una peseta, pero como ya no se llevan lo modernizo. Como es más pequeño imaginaos lo que me faltó.
(11). Superaron el nivel de corbata y se me encogieron a la altura de la nuez. Aterrorizado.
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