Revista Diario

Primer día

Por Belen
Primer día Dicen que hoy es el primer día del nuevo año, para muchos motivo de superstición -por aquello del 13-. Aunque para mi es igual que ayer, y será igual que mañana.... Pero aunque solo sea porque es festivo, es un día para celebrar.
Nuestro fin de año ha sido muy celebrado y al tiempo muy atípico. Y es que algo se me tenía que ocurrir para que Rayo pudiera disfrutar de la Nochevieja, algo que le encanta, no me preguntéis por qué, pero cumpliendo con sus rígidos horarios de descanso. Lo celebrábamos en casa de mis padres: abuelos, tíos y su prima, ocho en total, aunque con estos dos pequeños parecen que somos doce. Hasta mi madre reconoce que parece que hay el doble de muchachos en casa :D Así son ellos. 
Al igual que en Nochebuena, hicimos una cena temprana, celebración temprana y como colofón de la noche, en lugar de esperar a las tradicionales campanadas, decidimos adelantarlas un poco. Para seguir fieles, o lo más que pudimos, a los horarios de Rayo, nos tomamos las uvas a las 10 de la noche... aunque las campanadas fueron las del pasado año. Importó poco, los niños lo celebraron por todo lo alto, nos comimos todos las uvas, brindamos y felicitamos a nuestro recién llegado año. Y con la sonrisa en la cara nos fuimos a casa, más felices que perdices. 
Acostamos al peque en seguida. Y papá sin complejos y yo pudimos acurrucarnos en el sofá bajo la mantita, a la sombra de un delicioso limoncello mientras nos sumergíamos en nuestra serie del momento, Dexter. Y de esta guisa vimos como el año viejo se esfumaba dando paso al 2013. Fueron los petardos y los gritos de la calle los que nos avisaban que el año nuevo había llegado. 
Una personal manera de celebrar la Nochevieja, ¿no os parece?
Esta mañana nos levantábamos temprano, y mientras los chicos echaban una partida de fútbol a la Play Station, yo me lanzaba a la calle a echar unas carreras disfrutando de la soledad de las calles. 
¡Feliz Año!

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