Revista Cultura y Ocio
Hoy ha tenido lugar el primer ensayo del cortometraje "Adiós, amor". Tanto la actriz, Andrea Murillo, como yo, el realizador, hemos decidido ensayar las secuencias cronológicamente para evitar confusiones y que se rompa la linealidad del argumento y de las emociones por las que pasa el personaje. Tratamos de conseguir la mayor naturalidad posible, en actuación y en realización, y puesto que ambos somos noveles, nos lo tomamos con calma y con la mayor profesionalidad posible para que el resultado final sea algo perfecto (o al menos lo más perfecto posible).
En esta primera toma de contacto, nos hemos encargado de ensayar la primera secuencia. Algo sencillo para comenzar a coger ritmo. Puedo asegurar que he quedado gratamente sorprendido por la buena actuación de Andrea. Ha sabido interpretar aquello que le he pedido con total inmediatez, tratando de ser el personaje y no de aparentar ser el personaje. Siempre he considerado a Andrea una chica capaz y con aptitudes, que conseguirá todo aquello que se proponga hacer, no por saber hacerlo sino por poner empeño y esforzarse en hacerlo correctamente. Con cada ensayo irá aportando cada vez más al personaje hasta dar con el punto exacto, aunque cabe destacar que hoy ha dado un paso importante y está más cerca que lejos de encontrar lo que el personaje necesita de ella.
En cuanto a realización, puedo asegurar que también se ha avanzado bastante en cuanto a escenografía, puesta en escena, tiros de cámara, ajuste de planos y demás. Han nacido nuevos planos que darán más sentido al conjunto y, además, aportarán belleza. Gracias al ensayo de hoy han surgido nuevas ideas sobre la colocación de la cámara y más variedad de planos.
Estoy muy satisfecho con este ensayo en todos los aspectos y creo que estamos dando con la tecla en todos los campos. Si nada lo impide, pronto se llevará a cabo el segundo ensayo, en el cual nos centraremos en la segunda secuencia y en terminar de pulir la primera secuencia.
Sin duda, esto huele bastante bien.