Odio mi mano izquierda. Odio mirarla. Odio cuando se estremece y tiembla y me recuerda que mi identidad ha desaparecido. Pero la miro de todos modos, porque también me recuerda que voy a encontrar al chico que me lo arrebató todo. Voy a matar al chico que me mató, y cuando lo haga, voy a hacerlo con mi mano izquierda.''
Londres.