Abbott ha anunciado el inicio de la investigación clínica ABSORB EXTEND en España para seguir evaluando el funcionamiento de su revolucionario Dispositivo Vascular Biorreabsorbible (BVS). El dispositivo en fase de investigación de Abbott ha sido diseñado para restaurar el flujo sanguíneo mediante la apertura del vaso obstruido y proporcionando soporte mientras éste cicatriza. Una vez que el vaso puede permanecer abierto sin un soporte extra, el dispositivo BVS comienza a metabolizarse lentamente y finalmente es reabsorbido por el organismo. El primer paciente en España incluido en la investigación clínica ABSORB EXTEND fue intervenido en el Hospital Clínico Universitario San Carlos, de Madrid, por Carlos Macaya, jefe del Servicio de Cardiología, el pasado 22 de diciembre.
"Los tratamientos para las patologías de las arterias coronarias han recorrido un largo camino desde los días de las angioplastias con balón y los ‘stents’ metálicos. Los resultados del estudio ABSORB realizado previamente por Abbott son muy significativos y los médicos estamos expectantes ante el hecho de ser capaces de abrir de forma eficaz una arteria bloqueada sin dejar un implante permanente en el vaso sanguíneo”, explica el doctor Macaya. “Este dispositivo reabsorbible de Abbott tiene el potencial de revolucionar cómo tratamos a los pacientes con patología de la arteria coronaria. De hecho, si esta opción terapéutica continúa funcionando como lo indican los prometedores datos hasta la fecha, se podrían beneficiar de ella prácticamente todos los casos de angioplastias que se realizan en España, que son más de 70.000 pacientes anuales”, añade.
El dispositivo biorreabsorbible de Abbott está en investigación clínica en Europa, Australia, Nueva Zelanda y, actualmente, no está todavía aprobado para su venta en ningún lugar del mundo. Está hecho de poliláctido, un probado material biocompatible que se usa frecuentemente en implantes médicos así como en suturas que se disuelven. Recuperación total del vasoGracias a que no se deja un implante permanente en el cuerpo del paciente, el vaso tratado con el dispositivo vascular biorreabsorbible, BVS, recupera su capacidad vasomotora como lo haría un vaso sano. El potencial para restaurar estas funciones naturales de los vasos, o restauración vascular, es una de las características que harán del dispositivo biorreabsorbible de Abbott, BVS, único en el tratamiento de la patología coronaria. Según explica Macaya, “la terapia de restauración vascular nos permitirá, mediante este dispositivo vascular biorreabsorbible, restablecer la pared vascular, manteniendo la luz del vaso para que el flujo sanguíneo circule sin problemas. Una vez que el dispositivo ha ejercido su función y la pared del vaso está otra vez intacta, comienza a reabsorberse sin dejar ningún elemento extraño en el organismo”.
Además, el hecho de no dejar una estructura metálica “es más que deseable -añade- porque los pacientes no necesitarán tomar antiagregantes para evitar los coágulos. Según este especialista, “aunque se sabe que los ‘stents’ metálicos son bastante bien tolerados dentro de las arterias, no es necesario para el tratamiento de las arterias dejarlos permanentemente en el cuerpo. De hecho, complican la implantación de ‘bypass’ en pacientes que lo necesitan”. "El ensayo ABSORB EXTEND refuerza el compromiso de Abbott con la investigación y desarrollo de dispositivos innovadores para el cuidado vascular” señala Gabriela Miles, directora general de Abbott Vascular España y Portugal. "Este dispositivo biorreabsorbible, BVS, promete ser un importante paso adelante en el tratamiento de las patologías coronarias y estamos comprometidos a hacer de esta revolucionaria tecnología, una realidad clínica".
Abbott es la única compañía con datos clínicos a largo plazo que evalúen la seguridad y rendimiento de un dispositivo vascular completamente biorreabsorbible liberador de fármacos. Los resultados de la primera fase del estudio ABSORB realizado en 30 pacientes demostraron que el dispositivo vascular biorreabsorbible trató satisfactoriamente la patología coronaria y que fue reabsorbido por las paredes de las arterias tratadas. Los pacientes incluidos en esta primera fase del estudio ABSORB no experimentaron trombosis en tres años ni nuevos eventos adversos cardiacos mayores. Los vasos tratados fueron capaces de expandirse y contraerse, sin estar limitados por un implante permanente, lo que indica que el dispositivo fue reabsorbido.