Los franceses hicieron tentativas de romperlo:
- En febrero, Joffre lanzó una serie de ofensivas sincronizadas que fueron un fracaso.
Nivelle
- Nivelle, tras asumir el mando supremo del ejército, pretendió terminar la guerra mediante una gran batalla de ruptura. No se desanimó por su fracaso en la maniobra sobre Saint-Quintin (abril, 1917) y, pocos días después (16 de abril) desataba una gran ofensiva sobre un frente de 70 kms. entre el río Oise y la ciudad de Reims. Para el Ministro de la Guerra francés, H. Lyautey, la ofensiva era un disparate, pero se topó con el apoyo del Parlamento al plan de Nivelle. La ofensiva logró penetrar en las filas enemigas, pero los alemanes se replegaron a una segunda línea. La ofensiva de Nivelle se estancó en Chemin des Dames. Costó 120.000 bajas. Fue una gran fracaso del que Nivelle culpó a sus oficiales.
Petain visita a los soldados en 1917
"Los permisos y los períodos de descanso tienen una influencia considerable sobre el estado moral de las tropas..., los esfuerzos del Mando deben tender a asegurar a los militares de cualquier graduación los siete días de permiso por cada cuatro meses... A este efecto, es preciso encontrar la fórmula para que se haga por adelantado, y no con retraso, como sucede con frecuencia en la actualidad, sobre el turno normal de salidas de permiso... A fin de evitar toda injusticia o desigualdad en la concesión de los permisos, deberá ejercerse por los oficiales generales una vigilancia especial (...). En tanto sea posible, todas las tropas que hayan salido de la trinchera y, sobre todo, de la batalla deben ser enviadas a descansar; de este modo, es necesario entender que deben establecerse en una zona bastante alejada del frente para que puedan sustraerse a las emociones inmediatas del combate y el bombardeo enemigo; los acantonamientos que les sean asignados deben ser lo suficientemente confortables como para que encuentren allí el bienestar que les es necesario..." Instrucciones del general Petain sobre los permisos y períodos de descanso.
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Los ingleses, en el norte del frente, no estuvieron más afortunados. En los últimos meses de 1917, dirigidos por Haig, británicos, belgas y canadienses (con el apoyo de algunas topas francesas) libraron la Batalla de Passchendaele (Flandes), también conocida como tercera batalla de Ypres. El objetivo era despejar los puertos belgas y destruir las bases de los submarinos alemanes. Los hombres de Haig avanzaron únicamente 5 millas y sufrieron 245.000 bajas por casi 200.00 los alemanes. Fue un "sangriento fracaso". Como respuesta hubo una oleada de protestas en Gran Bretaña.
Cerca de Ypres, 1917
Con esta situación bélica y social en el frente occidental, no nos puede extrañar la excelente acogida que dispensaron a la llegada de los soldados norteamericanos.
En noviembre de 1.917 tuvo lugar la Conferencia de Rapalló en la que los Aliados decidieron la creación de un Consejo Superior de Guerra compuesto por representantes militares permanentes para diseñar una estrategia militar conjunta.