primera ronda
Terminó la primera ronda del Mundial Brasil 2014 y hay mucha tela para cortar. En primer lugar, hasta acá, un Mundial de altísimo nivel, con alta proporción de partidos entretenidos, muchos goles y la mayoría de equipos que buscaron el arco de enfrente, con lo que tenían, pero buscando ser protagonistas. Los planteos especulativos, afortunadamente, fueron minoría. Podemos decir que es el legado del campeón claudicante, España y el Modelo Barcelona. No es una moda pasajera ni una generación brillante y ocasional, algo cambió en el modo de jugar. Y no es casualidad lo que está mostrando este Mundial.
Entre los equipos que me llamaron más la atención están Alemania, Costa Rica, Colombia, Chile y Francia. Brasil y Argentina se destacan por sus estrellas máximas, Neymar y Messi, pero distan de ser buenos equipos. Argentina le ha tocado un grupo excesivamente (y sospechosamente) fácil. Que el segundo clasificado del grupo haya sido un equipo tan mediocre como Nigeria, habla a las claras de la debilidad del grupo. Sin embargo, nuestro seleccionado presentó dudas en los tres partidos, mostrando una involución en la defensa, el talón de Áquiles antes de empezar el Mundial. La ventaja es que tiene un relativo camino allanado hasta semis. El envión lo puede acercar hasta el eventual encuentro con Alemania. Pero hasta acá, no mostró más que la excepcional magia de Messi.
Una lástima que la conformación de los grupos haya dejado afuera a equipos como España, Italia o Inglaterra que, tranquilamente, hubieran pasado en otras circunstancias. España mostró un plantel pinchado físicamente que fue fatal a la hora de enfrentar a rivales físicos como Holanda y Chile. Lo de Holanda llama la atención por su amarretismo. Tiene un jugador excepcional como Robben, pero especula demasiado y eso le puede jugar en contra con equipos de menor nivel, pero que no van a salir a buscarle el partido.
Me llamó la atención el barullo que hizo la prensa local con Bélgica, hasta ahora un equipo con buenos jugadores, pero de mediano nivel. Que sea cabeza de serie en vez de Holanda habla más de la FIFA que otra cosa. Insisto: ¿qué hubiera sido de España, Italia o Inglaterra de caer en ese grupo? Inglaterra no mereció perder ninguno de los partidos que perdió. Y sin embargo, se vuelve antes. Y lo de Italia fue una lástima porque con esta eliminación se corta un intento de cambiar la mentalidad del seleccionado italiano, supeditado a un centro que pegó en un omóplato o un mordisco que no se vio.
A propósito, lo del mordisco de Suárez es una de esas cosas sin explicación. ¿Qué es lo que pasa en la cabeza de un jugador que puede ir de una actuación memorable como la que tuvo con Inglaterra a esa torpeza suprema? Con antecedentes, la sanción aplicada es más que lógica y merecida. Más allá de ciertas voces dentro de Uruguay y por estos pagos también, buscando excusas y chicanas leguleyas, cuando no hay nada que justificar. Lo de Suárez merecía una sanción ejemplar, aunque saque del Mundial a una de sus figuras.
Entre los momentos emotivos del Mundial, anoto el partido Uruguay – Inglaterra y el dramático final de Grecia – Costa de Marfil. Entre las sorpresas del Mundial, anoto a Costa Rica. Decepcionó la Rusia de Capello. Involucionaron los equipos asiáticos. Y los africanos siguen mostrando esas desidia que los caracterizó en los últimos Mundiales. Argelia fue el único que salvó los trapos. Nigeria entró por la facilidad del grupo y por un gol mal anulado a Bosnia. Camerún vino a hacer turismo. Y Ghana y Costa de Marfil, con un poco más de actitud, hubieran pasado de ronda.
Los nombres: Neymar y Messi sobre todos. Robben. Feghouli de Argelia. Campbell de Costa Rica. Ochoa, el arquero mexicano, y Bravo, el arquero chileno. El Rafa Márquez en México. James Rodríguez en Colombia. Shaquiri en Suiza. Suárez, antes del mordisco. Benzema en Francia. Klose, Müller y Özil en Alemania. Dempsey en Estados Unidos. Samaris en Grecia.
Hoy día de descanso y mañana empieza el verdadero Mundial, con juegos a cara y cruz. El que se pierde se va; el que gana sigue. Y acá es muy posible que empiece a bajar el nivel de juego. No vamos a ver partidos tan abiertos y quien se sienta inferior es lógico que arriesgue menos y salga a ver lo que pasa. El diseño del torneo premia el no arriesgar, así que no es casualidad que veamos más emoción y menos audacia.
La lógica sugiere unas semifinales entre Brasil – Holanda y Argentina – Alemania. Pero sabemos que el fútbol carece de lógica y que, justamente, en los Mundiales siempre aparece alguna sorpresa. Chile y Colombia son los equipos que están justos para pegar el salto de calidad y codearse con los grandes equipos históricos del fútbol internacional. No es fácil lo que tienen, pero podría meterse en semis, rompiendo los pronósticos. En la otra llave, la mejor impresión me la da Francia, un equipo sólido, con jugadores que pueden pintarle la cara a cualquiera.
Veremos en una semana, cuanto de esa lógica se hizo trizas al rodar de la pelota y cuanto no.
Lo mejor está por llegar.