¡Qué rápido han pasado los días! Hace nada estaba nerviosísima esperando empezar, y ahora han pasado ya 6 días de trabajo y aprendizaje (aunque sigo nerviosísima, para qué negarlo). Así que como no he tenido tiempo de pasarme antes por aquí, y como tampoco es plan de detallaros al completo toda mi vida, os hago un resumen de mi primera semana como residente.
Ya os conté el primer día, que básicamente fue poner caras a un montón de gente y situarme un poco. El primer día "de verdad", lunes, la verdad es que fue muy cansado... No había demasiado trabajo, pero salí muy tarde del hospital y, además, parece que todavía no he pillado el ritmo de volver a madrugar tanto. Sea como sea, ése día vi a mis primeros pacientes y seguí con la tarea más importante de la semana: tomar el pulso al hospital. Del lunes salí aprendiendo mucho de medicina, pero también a no perderme (definitivamente).
En general, los días han transcurrido más o menos igual, visitando en planta, aunque a eso hay que añadirle ya dos sesiones del servicio (muy interesantes las dos), una sesión que se hace semanalmente en el Hospital Clínic, dos horitas que bajé a Urgencias a observar cómo funcionaban por allí las cosas, un desfile de pacientes donde, desafortunadamente, la mayoría no han tenido buen final, etc. Pensándolo ahora, es difícil resumir todo lo poco y mucho que he vivido y aprendido ya: mi miedo a decir cualquier cosa, mis días volviendo a seguir a un residente (pero suerte tengo de que mi R2 me lleve con ella... ¡qué paciencia tiene conmigo!), mis tanteos de hacer historias clínicas que luego tienen que corregirse, el volver a explorar e interrogar a los pacientes (y sus familiares), el conocer a un montón de gente (y enterarme de que la mayoría ya me "conocían" porque me leen por aquí o conocen este blog), el ver un caso de los poco frecuentes (¡un pénfigo!), el tener mis primeros pichigüilis (con libro incluído)... ¡muchísimas cosas!
Eso sí, cada tarde al llegar a casa, después de comer rápido (si no lo he hecho en el hospital, que ha sido casi la norma), me ha tocado ponerme a estudiar. Aunque decir "me ha tocado" no es del todo correcto, lo he hecho porque he querido... ¡y porque tenía unas ganas locas! Y eso me parece genial; me parece genial que después de dormir poco, llegar agotada y tarde a casa y hacer todo lo que hay por hacer, me sienta motivada a estudiar y lo haga, de verdad, con muchas ganas. Es buena señal, ¿no? Porque aunque pueda parecer que es horrible que se me hayan olvidado tantas cosas (que lo es), el hecho de recordar otras muchas y de haber encontrado un lugar y unas personas que me motiven a hacerlo me encanta.
Así que, como véis, sigo encantadísima... y creo que lo estaré por mucho tiempo. Eso sí, el lunes me daré de morros con la realidad, ya que tengo mi primera guardia; y aunque no estaré sola (mi R2 de carabina de nuevo), cosa que agradezco enormemente, ahora mismo estoy bastante asustada.¡Tengo tanto que repasar y aprender! Suerte que, también para ponerme al día, la próxima semana me he apuntado a un curso sobre ECGs.
De momento, me toca descansar un poco por hoy. Intentaré volver a mi ritmo de publicación, sea cuál sea, pero como os dije me llevará unos días situarme del todo. Espero que mis coRs blogosféricos, y el resto, hayáis tenido también una buena semana.Si tienes algo que decir (¡seguro!), déjame un comentario :)