Así que en estas vacaciones de Semana Santa el martes que mi marido estaba de baja y yo que me quedaba con Lola propusimos el plan de ir al cine a ver en principio la de dibujos Home, pero al mostrarle el trailer de La Cenicienta, prefirió esa.
Yo me asusté con el tema de ir al cine y lo caro que está. No estamos para gastos, pero bueno nos apetecía probar. Mi marido y yo teníamos claro que si por lo que fuera ella no se sentía a gusto nos tendríamos que salir.Así que probamos, todo es intentarlo.
Antes de seguir deciros que hay una tarjeta que venden en El Corte Inglés que sirve para usar en el cine. Al final cada entrada de cine sale a unos 6,50€ por persona. Nosotros la compramos y resulta que no la habían activado a tiempo para obtener la oferta, pero en los Cine Cité de Mendez Álvaro había una oferta de entrada familiar por 18 € y pico los tres, así que mira no nos salió tan caro como pensábamos.
Bueno al tema
Resulta que entramos en el cine, Lola la pobre no veía ni torta, porque las butacas eran enormes, pero cogimos un elevador, aunque tampoco sirvió de mucho.
Nos tragamos media hora de publicidad, que aprovecho para criticarlo, porque vamos vimos todo tipo de publicidad, terrible. Lola la pobre no hacía más que preguntar que cuándo empezaba la peli.Incluso la señora de al lado de mi, me preguntó si nos habíamos equivocado porque pusieron un corto de Frozen, que duró unos 10 minutos. Pero bueno supongo que esa es la manera de saber cómo se financia el cine.
El caso es que la película desde el principio nos gustó mucho a los tres. Mi marido incluso reconoció que le había gustado mucho. Si queréis leer sobre la película y de cómo está hecha os recomiendo este artículo de Huffington post, verdaderamente es genial. Lola se pasó toda la peli hablando y comentando, frases como:
- Pues es de día
- Y ahora de noche
- El zapato que se lo deja
- ¡¡¡Mira la madrastra!!!
- ¡¡El principe mira!!
Y lo último que pasó es que cuando la cenicienta pierde el zapato, Lola se puso a gritar que no quería que se casara con el príncipe. Por cierto, que Lola se sabe perfectamente cada detalle de la película. Y es que lo que no quería es que la peli acabara. Pues bien cuando terminó la película, ¿A qué no sabéis lo que pasó?
Se puso a llorar con un berrido, que a su padre y a mi nos entró la risa. Mientras tanto gritaba que quería verla otra vez, que no podía acabar. A Lola le pasa que la cuesta disfrutar de cada momento y mira el final como si ya hubiera pasado. La verdad es que yo soy igual, antes de que acabe algo ya estoy pensando en ese final y me cuesta disfrutar segundo a segundo.
La gente que se iba del cine nos miraba pensando qué le había pasado.
Finalmente convencimos a Lola para salir del cine y nos fuimos a casa.
Sinceramente fue una experiencia preciosa, verla disfrutar y cuestionar todo, hablando sobre ello, sus ojos brillaban mientras veía la película. Lo volvemos a repetir muy pronto.