Primeras impresiones-Cisma #1 y #2 (con spoilers)

Ya tenemos el “otro” evento que cambiará el status quo marvelita. Y decimos el otro, porque al mismo tiempo que Schism ( o Cisma, como cada uno prefiera), tenemos Fear Itself, lo que no debe suponer problema alguno para personajes como Lobezno o la propia Patrulla X, que lidian en distintos escenarios como si nada.

Cisma está montado para que los mutantes dejen de estar en “amor y compañia” para formar dos bandos al parecer enfrentados, en los que tendríamos a los seguidores de Cíclope por un lado y a los de Lobezno por otro. Ellos, Cíclope y Lobezno son los dos grandes protagonistas del evento. El primero, ha ido tomando decisiones como la de aceptar a Magneto en Utopia, que no siempre son del agrado del resto. Y Logan es de los mas críticos ante esas decisiones del lider actual de los mutantes. Si Cíclope parece estar determinado a crear un refugio para mutantes a través de un estado independiente, Lobezno está en contacto con el mundo real, siendo su visión menos corta que la de Scott Summers. Porque Scott se encuentra haciendo equilibrios para mantener la cohesión entre los mutantes y poder dar una imagen fuerte y de unidad frente al resto de la humanidad. Y es precisamente dar a conocer su imagen y su proyecto, por donde comienza Cisma; Cíclope se dispone a dar un discurso en Naciones Unidas, algo que suele estar permitido a naciones reconocidas internacionalmente. La irrupción en mitad del discurso de un mutante al que habíamos olvidado, Quentin Quire, precipitará los acontecimientos, en un escenario donde un gran número de naciones toman una drástica decisión: Los Centinelas “toman” posiciones en lugares como Corea del Norte o Francia, mandando un mensaje a los mutantes inequívoco: Sois una amenaza y tomaremos las medidas necesarias para contrarretrar vuestro podería en un eventual ataque. Lenguaje diplomático, en el que sin utilizar un conflicto bélico, se inicia una escalada armamentística para evitar un  ataque. Cabe recordar que Quentin Quire es uno de esos mutantes aparecidos en la etapa de Morrison al frente de los X-Men, donde abrazaba la anarquía y se convertía en un peligro para Emma Frost y sus Cucos.

Si Jason Aaron quiere mostrar como Cíclope se equivoca al ir con los brazos abiertos a Naciones Unidas, no va mal encaminado. El lider actual de los mutantes, sigue siendo un idealista, que mezcla los ideales de Xavier con cada vez mas influencia de Magneto, pero piensa que mutantes y humanos deben convivir. Pero ya no es un ciego seguidor del fundador de la Patrulla X, y parece decirnos que “juntos, pero no revueltos”, un mensaje que tampoco es el mejor, claro. Y, tampoco se equivoca con los siguientes movimientos de Scott Summers, con uno de especial relevancia; Decide que Quire debería ser juzgado por mutantes y no por un tribunal “humano”. Aquí ya tenemos un primer conflicto con Lobezno, quien deberá mentir al mismísimo Steve Rogers sobre el tema. Y nada le gusta menos a Logan que traicionar y no mostrar honor.

Al mismo tiempo que tenemos a los mutantes desorientados, Aaron nos “cuela” una trama que complementa y se supone trascendental para Cisma. Se trata de la aparición del Club del Fuego Infernal y su nuevo Rey Negro, Kade Kilgore, un imberbe que junto a sus amigos se mostrarán peligrosos y una amenaza mucho mayor de lo que suponíamos cuando le vimos por primera vez junto a su padre (a quien por cierto, asesina).

Si el primer número nos pone en una situación extrema, el segundo número se centra en esos centinelas desplegados por el planeta y que en su mayoría están defectuosos. Una vez mas, los X-Men deberán intervenir para acabar con ellos. Un poco de morralla y paja para el argumento, ya que no sirve de mucho, la verdad. Excepto para que Cíclope tome decisiones que le alejan de Lobezno. El resto del número, avanza sin pena ni gloria, con Kade Kilgore y sus amigos demostrando que son mas peligrosos de lo que parece, no solo en las sombras, sino cuando se ponen en acción.

En general, parece claro que están estirando el argumento y creando la tensión necesaria para que luego nos lancemos como locos a comprar los números post-Cisma y veamos como han quedado los nuevos equipos. Pero, siempre hay un pero, Cisma se muestra como un poderoso reclamo viñeta a viñeta. Aaron tiene claro que debe mantenernos atentos y nada mejor que ir mostrando pistas de lo que ocurrirá y dejando nuevas piezas sobre el tablero de juego.

Carlos Pacheco lleva el dibujo en el primero número. Como siempre brillante y demostrando que es uno de los mejores dibujantes del momento. En el segundo número, a cargo de Frank Cho, sorprende su Scott Summers, mas “slim” que nunca.

Las últimas páginas de Cisma #2, nos llevan a la inauguración de un museo y la aparición de Namor, Magneto, Emma Frost y el resto de mutantes (a excepción de Lobezno), en una muestra de normalidad. Les esperan Kade y cía. Pero eso lo veremos en el tercer número.

Valoración:6

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