Llegó el dia!… Bueno, hace una semana en realidad, Fallout 4 ya vive entre nosotros, y logró que muchos dejemos de vivir socialmente.
Como seguro todavía hay alguno que no se subió al mundo post-apocalíptico de Fallout 4, quería contarles un poco como es mi experiencia por el momento.
Primero, lo bueno. Fallout 4 tiene gráficos de última generación, que se ven increíbles, y realmente ayudan a la inmersión del juego. Pero debajo de esta capa cosmética, podemos encontrar un juego muy complejo, que hace que las horas se te escapen de los dedos. El mapa es enorme y está lleno de cosas para hacer, y “Random Encounters” como los que vimos en Skyrim, por lo que el nivel de rejugabilidad es altísimo.
En esta ocasión, nos ponemos en la piel de un personaje (Hombre o mujer) que vivió en la época previa a la guerra, y es congelado por 200 años, para despertar en un mundo plagado de Ghouls, Syntetics y radiación.
Comparándolo con el anterior, veo como cambios positivos que el sistema VATS (Vault Advanced Targeting System) ahora no frena el tiempo, sino que lo ralentiza, lo que incrementa la dificultad y el realismo del juego.
La interacción con los NPC es fundamental como siempre, y me hizo acordar al sistema de diálogo de BioWare, presente en juegos como las sagas Mass Effect y Dragon Age. Mucha gente se quejó de este sistema, ya que no se sabe exactamente que palabras va a pronunciar el personaje, simplemente se elije la orientación de la respuesta, sin embargo yo no encontré problemas en este aspecto.
Como aspectos innovadores, incluye aspectos que podrían considerarse sacados directamente de Minecraft, ya que luego de liberar asentamientos, debemos construir todo lo necesario para cubrir las necesidades de los habitantes del lugar.
Otro aspecto innovador y que modifica muchísimo el juego es la adición de las Power Armor, unos trajes que recuerdan al de Iron Man, que utilizando baterías nucleares difíciles de encontrar, nos dan un nivel de protección y fuerza extremadamente superiores a las que tenemos de a pié.
Para terminar con los puntos a favor, ¡el sistema de perks es genial!, cada columna representa una habilidad S.P.E.C.I.A.L., y dependiendo del nivel que se posea de cada uno, se tiene acceso a los perks (Beneficios) de las filas. Es un sistema muy interesante, que hace que diseñar al personaje deseado de antemano sea una idea interesante.
Los que me vienen leyendo saben que nunca nada es rosa para mi, y Fallout 4 no es la excepción. Mucha fue mi desilusión cuando, al hacer algunas de mis maldades, no era notificado de la disminución de Karma. Luego de una investigación, descubrí que Bethesda decidió quitar este aspecto del juego. Para quienes no jugaron Fallout 3, el sistema de Karma registraba todas las acciones buenas y malas de un personaje, lo que impactaba en la relación con el resto. Si uno era malo, la gente mala se relacionaba con uno, y la gente buena te rechazaba, y viceversa. Bethesda justificó esta decisión diciendo que las acciones modifican la relación que uno tiene con sus companions (De nuevo muy similar a Dragon Age), pero esto es claramente un paso atrás en inmersión.
Otro punto débil en realismo es que los companions son inmortales. Le quita a uno la adrenalina de protejer a su aliado, armarlo y curarlo cuando está en apuros. Confieso haber utilizado al perro para distraer enemigos mientras escapaba, sabiendo que luego iba a teletransportarse sano y salvo a la base.
Estos aspectos negativos en comparación no llegan a ser suficientes para descartar esta joya, que ya tengo con Season Pass en mi PS4, aunque uno no puede dejar de esperar que el brillo del pasado vuelva, enganchado de algún DLC.