Revista Cultura y Ocio
Ilustración Ana Godis.-Octavio Paz-
Las puertas del año se abren,como las del lenguaje,hacia lo desconocido.Anoche me dijiste:mañanahabrá que trazar unos signos,dibujar un paisaje, tejer una tramasobre la doble páginadel papel y del día.Mañana habrá que inventar,de nuevo,la realidad de este mundo.
Ya tarde abrí los ojos.Por el segundo de un segundosentí lo que el azteca,acechandodesde el peñón del promontorio,por las rendijas de los horizontes,el incierto regreso del tiempo.
No, el año había regresado.Llenaba todo el cuartoy casi lo palpaban mis miradas.El tiempo, sin nuestra ayuda,había puesto,en un orden idéntico al de ayer,casas en la calle vacía,nieve sobre las casas,silencio sobre la nieve.
Tú estabas a mi lado,aún dormida.El día te había inventadopero tú no aceptabas todavíatu invención en este día.Quizá tampoco la mía.Tú estabas en otro día.
Estabas a mi ladoy yo te veía, como nieve,dormida entre las apariencias.El tiempo sin nuestra ayuda,inventa casas, calles, árboles,mujeres dormidas.
Cuando abras los ojoscaminaremos, de nuevo,entre las horas y sus invencionesy al demorarnos en las aparienciasdaremos fe del tiempo y sus conjugaciones.Abriremos las puertas de este día,entraremos en lo desconocido.