Hace un par de días estuve en la “puesta de largo” de un partido nuevo, Equo, ya habrán oído hablar de él. Lo ha fundado Juantxo López Uralde que durante diez años estuvo al frente de Greenpeace en España, quizá en la época en que se mezcló con más inteligencia y éxito el activismo con la política. No soy muy amigo de partidos pero este parece algo diferente, visiten su página, por mi parte en unos días publicaré una entrevista con Uralde para que lo explique él mismo.
La presentación corrió a cargo de Raúl Romeva que es eurodiputado del grupo parlamentario de Los Verdes en la UE y que pertecene al partido Iniciativa per Catalunya. Le conozco pues tuvo la amabilidad de presentar nuestro libro Conspiraciones tóxicas en BioCultura cuando se publicó en 2007 y luego nos hemos visto en Bruselas, donde ejerce. Creo sinceramente que Los Verdes en la UE están haciendo un buen trabajo enfrentándose a los lobbies de las grandes empresas y políticos que ejercen como delegados comerciales de los primeros, que son muchos.
También estuvo Inés Sabanés que durante años fue la candidata a la alcaldía de Madrid por Izquierda Unida (IU). A ella la conocí hace un par de veranos en un curso sobre salud pública de los que se organizan en San Lorenzo de El Escorial. Recuerdo que durante la comida le dije que IU no tenía nada que hacer si lo que pretendía era competir con PP y PSOE, ocupar la misma parcela y con sus mismos modos; que IU y cualquier partido “alternativo” sólo tienen sentido si se ponen a trabajar para los movimientos sociales y las personas que encuentran gastada la actual “democracia”, si se convierten en su voz en el Parlamento. Parece que Equo es lo que pretende. Eso fue antes de lo del 15M.
Había visto a José Bové, el cuarto participante en la presentación de Equo, hace muchos años, en pleno auge de las movilizaciones contra la globalización en Madrid, en una charla con Vía Campesina. Él es sindicalista y agricultor ecológico y toda una institución en Francia donde con un partido “alternativo”, Europe Ecologie, consiguieron casi el 20% de los votos en la europeas. Ahora es europarlamentario y si tiene la influencia y el prestigio que tiene es porque es activista antes que político y tiene una coherencia y rigor fuera de dudas. Impresionó el desparpajo con el que cautivó al auditorio al decir sobre las luchas concretas que ha llevado acabo que: Primero se ríen de uno, luego le pegan, le meten en la cárcel y al final gana.Ese es un poco el espíritu que noto en Equo, es una impresión muy personal, activismo que usa como trampolín la política y por eso me parece atractivo el proyecto, posibilista. Vivimos una época de grandes cambios. Sólo el bipartidismo permanece estable y cada vez más desacreditado. No es suficiente con sumar votos. El 15M está fuerte. Pero seguimos teniendo el problema de cómo encajar las propuestas en las instituciones, digo. Tengo mis propias ideas. Equo está haciendo los deberes; su principal enemigo es suicidarse de éxito.