Primero… Véndete a ti mismo

Enrique Rivas llevaba 10 meses sin trabajo, había renunciado de su anterior empleo como Gerente de Ventas en una empresa que había sido adquirida por una multinacional extranjera. Pero no se sintió a gusto con la cultura corporativa en aquella nueva etapa de la empresa. Decidió marcharse y buscar otras oportunidades.

Después de revisar oportunidades de empleo durante tres meses, se dio cuenta de que las plazas publicadas en los medios tradicionales, representan entre el diez y veinte por ciento de las plazas disponibles. Según una amiga Headhunter que le comentó esta realidad, aquellas plazas publicadas eran buscadas por el noventa por ciento de las personas, sin saber que hay mucho más disponible y que no es visible.

Aquella bofetada psicológica era difícil de digerir

-Con razón las personas se frustran tanto buscando un empleo y tardan tanto en conseguirlo- le comentó a su esposa -Si todo mundo está peleando por una misma plaza cuando existen oportunidades ocultas que nadie ve-

Los siguientes meses estuvo investigando en Internet sobre las ofertas en el mercado laboral oculto, encontró artículos sobre cuáles eran las técnicas para acceder a ellas y algunos informes de firmas internacionales que respaldaban aquel porcentaje tan alto de oferta laboral. Su investigación sobre el mercado laboral lo llevó a otros temas, la automatización del trabajo y el auge de la inteligencia artificial amenaza los empleos como los conocemos hoy, algunos especialistas proyectan que en pocos años muchos puestos de trabajo dejarán de existir.

Decidió cambiar de rumbo, pero iba a aprovechar una oportunidad laboral visible como reto. Descubrió un día una oferta de empleo para Gerente de Nuevos Proyectos. No cumplía con los requisitos de certificación de proyectos, pero consideraba tener experiencia útil. Ese día llamó a un amigo cuya maestría era en Administración de Proyectos, quien llevaba varios años trabajando de manera independiente. Quería un consejo sobre qué responder ante su falta de credenciales y certificaciones de proyectos.

Se juntaron a tomar un café y conversaron sobre varias cosas, los amigos, la familia, hasta una reparación que debía hacer su amigo en casa.

-Tengo un reto personal- Le comentó Enrique para abrir la conversación que más le interesaba.

-En serio ¿De qué se trata? -

-Quiero aplicar a un empleo como Gerente de Nuevos Proyectos-

-Un par de certificaciones no te caerían mal, una general como Profesional en Administración de Proyectos para manejar los recursos y otra en Metodologías Ágiles para manejar al personal basándote en sus habilidades - Explicó su amigo -¿Has tomado algún curso al respecto? -

-No- respondió mientras movía su cabeza negando y bajaba su mirada hacia el café. Tomo el último trago de su taza.

-Sin una certificación es difícil que te tomen en serio- dijo su amigo, se recostó hacia adelante en la mesa y viéndolo con expresión de duda le preguntó -¿Por qué no buscas trabajo en el área de ventas? -

-Porque es un área que me llama la atención y quiero explorarla- respondió

-Bueno, entonces, comienza por formarte y paga tus cursos y pruebas para certificarte-

-Ese es un punto interesante, dijiste PAGA, pero si ya tengo formación básica y algunos cursos gratuitos que me permiten entender lo básico. No necesito pagar por una certificación-

-Si quieres acceder a los trabajos de proyectos donde es un requisito. ¡Es un requisito! - Exclamó su amigo -Pero insisto, por qué no buscas el área de ventas-

-Porque me interesa proyectos y creo que puedo hacerlo-

-Pero nadie te va a dar un trabajo de proyectos si los últimos quince años has sido ventas, tu experiencia no dice nada sobre proyectos, eres el hombre de las ventas, no el de proyectos... y aunque te guste todo lo que se te dé la gana-

Enrique reflexionó las palabras de su amigo mientras hablaba y le explicaba que la única oportunidad de migrar a proyectos dentro de una empresa era comenzar a trabajar en lo que más sabe, moverse de manera horizontal al área de proyectos, pero el primer paso era ser contratado y después PIVOTAR, haciendo poco a poco experiencia en proyectos.

Cuando dijo pivotar entendió mejor la estrategia, pero quería hacerlo desde el inicio y trató de convencer a su amigo de que ya contaba con experiencia.

-Estoy de acuerdo en que debería hacerlo así, pero creo que experiencia ya puedo demostrar- dijo Enrique

-¿Qué tipo de experiencia? -

-Cuando estaba trabajando, existían oportunidades de nuevos negocios o mejoras en los productos, algunas veces eso representaba inversión. Yo solía presentar las ideas y lograr autorizaciones. Conocía de la metodología de proyectos y la información para evaluar. Siempre vendía, si no los zapatos que producía la empresa, vendía proyectos internamente para beneficio de mis productos-

-La forma en que lo mencionas me parece interesante, no tienes idea de cuántos profesionales de proyectos se beneficiarían de saber vender-

-Creo que esa posición de nuevos proyectos me ayudaría a venderles a quienes corresponda las ideas de quienes trabajan en esa empresa. También a enseñarles a hacerlo-

-Me parece una buena idea, eres un buen vendedor, así que prepárate para venderte ante Recursos Humanos, porque veo que a ti mismo ya te has vendido muy bien la idea de pivotar a Proyectos-

Pidieron más café y dos porciones de pastel para seguir armando su estrategia de presentación, basándose en la experiencia de ambos en su área de experiencia.

Enrique desarrollaba su nuevo Plan de Carrera.