Revista América Latina

Primeros días de Colón en Cuba: estamos cerca de la Indias

Publicado el 15 agosto 2014 por Yohan Yohan González Duany @cubanoinsular19
Primer viaje de Colón a Cuba.

Primer viaje de Colón a Cuba.

Conocida es por todos la expedición del inmortal navegante Cristóbal Colón a las tierras del Nuevo Mundo con el fin de descubrir una ruta más cercana para llegar a las Indias, basándose en la idea, hasta ese momento loca y descabellada, de que la tierra era redonda. La historia cuenta que salió de Palos de la Frontera (Huelva, España) el 3 de agosto de 1492, con las carabelas La Pinta y La Niña, y con la nao Santa María con una tripulación de unos 90 hombres que contaban con el apoyo de los Reyes Católicos españoles. En diversas pinturas y otras obras artísticas se ha reflejado la presencia de algún sacerdote o religioso, sin embargo en esta primera expedición no viajó ningún clérigo entre la tripulación.

Luego de días plagados de incógnitas, críticas y miedos por el inmenso mar que los rodeaba en su aventura, los hombres de Colón llegan a tierras americanas a mediados de octubre de 1492. Una de las islas que fue privilegiada con la visita de los exploradores europeos [es erróneo llamarlos descubridores cuando desde hacías miles de años las tierras de América estaban pobladas por tribus aborígenes, algunas de ellas con civilizaciones bien estructuradas y estudiosas de la naturaleza y la ciencia] a finales del mismo mes de octubre fue nuestra querida Cuba. Narra el historiador español Don José de Alcázar en su obra Historia de España en América: Isla de Cuba (Madrid: Tipografía Herres a cargo de José Quesada, 1898) que Colón se encontró en esta parte del mundo con las Lucayas, nombre dado por los ibéricos a las islas de la actual Mancomunidad de las Bahamas, y que los habitantes de estas tierras le dieron los primeros indicios para el hallazgo de la Isla de Cuba. Los lucayos designaban con este nombre una extensa tierra no lejana, que Colón, recordando las antiguas noticias y escritos de Marco Polo y Mandeville, pensó que se encontraba en el soñado y rico Zipango [Japón] señalado por aquellos exploradores.

Sigue contando José de Alcázar en su obra que, decidido Colón a buscar aquella codiciada tierra, salió de Saómeto con sus tres carabelas y algunos naturales de las Lucayas en la noche del 24 al 25 de octubre de 1492, y el 27 descubría entre los 22o de latitud y 71o de longitud una extensa tierra, que se llamó después Cuba. Colón fondeó en la entrada del río Máximo, y en los días sucesivos exploró diversos islotes doblando el cabo de las Palmas y llegando al río Mares.

La historia actual nos dice que Colón llamo a la recién descubierta [al menos para Europa] isla de Cuba como Isla Juana en deferencia al Príncipe Juan, que era el heredero de la corona ibérica en aquel entonces. Según describen las Cartas de Indias, una vez que Colón pisó suelo cubano, se arrodilló en la arena y con la cabeza inclinada hacia arriba exclamó «Ésta es la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto jamás». Sin embargo, el historiador José de Alcázar nos cuenta que El Almirante escuchó de a los lucayos decir que aquellas inmensa tierra era muy rica, por lo que Colón pensó que estaba cerca de encontrar el camino hacia Katahy (quizás el autor quiso referirse a la península de Kathiawar, situada en el noroeste de la India y descrita por Marco Polo en sus viajes) y encontrarse con el famoso Kan de las Indias. Ante esta posibilidad el navegante ibérico comisionó a Rodríguez Jerez y a Luis Torres, judío convertido y muy versado en el conocimiento de las lenguas orientales, para que, guiados por un nativo de esas nuevas tierras y un lucayo, fueran en busca de aquel supuesto príncipe y le ofrecieran su protección y su amistad.

Torres y Jerez regresaron a los seis días de su inútil expedición, sin encontrar ni las riquezas soñadas por Colón, ni el Kan de la India, ni el Katahy. Este resultado decidió al navegante a proseguir sus exploraciones: el 12 de noviembre salió de Mares, y el 18 fondeaba en la bahía que llamó de Santa Catalina. En este punto, y antes de continuar sus descubrimientos, tomó posesión de aquellas tierras en nombre de España, desplegando el estandarte de sus Reyes y fijando en lo alto de un promontorio una cruz, primer signo de la religión católica en aquellos remotos países. Después llegó hasta los límites de Cuba descubriendo de paso la Española, la Jamaica y la isla de Pinos.

En sus tres viajes dejó terminada la exploración de toda la Isla de Cuba y plenamente establecido el dominio de España en todos estos territorios. Aunque al finalizar estos viajes Colón se dio cuenta que no estaba ante las puertas de las Indias, no dejó de sentir admiración por éste trozo de tierra que él denominó como la más bella vista por los ojos humanos, al menos, en eso, concuerdo totalmente con El Almirante.


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