Revista Europa

Primeros errores como profesora

Por Oviversai

También puedo titular esta entrada “Mis 15 primeros días en la docencia“.

Por todos es sabido que los comienzos nunca son fáciles y, en mi caso, cambiar de país y trabajar en la enseñanza francesa está siendo un tanto agridulce. Además, nunca viene mal hacer un poco de autocrítica, pero siempre con un fin constructivo.

No tengo experiencia docente y soy muy joven (también me han dicho algunos compañeros que soy mujer…) y por ello, con sólo semana y algo de clase, los alumnos son bastante “inquietos”… Vamos a dejarlo en la palabra “inquietos” por no decir más…

Nada de lo que he enumerado en el anterior párrafo es ningún error. Es como soy yo y son cosas que no puedo cambiar de ninguna manera. Para hacer las cosas bien hay que empezar por hacerlas en algún momento y éste es mi momento. Quiero aprender todo lo posible de mi nuevo trabajo para suplir mi falta de experiencia. Para ello me tengo que poner al día y hacer lo que esté en mi mano por tener una buena relación con mis alumnos a través de la enseñanza del español. Si ellos se sienten bien en clase, yo también estaré cómoda y las clases serán mucho más fructíferas.

Ahora sí que empiezo con mis errores.

Debería de incluir más veces las nuevas tecnologías en mis clases. Los guajes que tengo vienen de la generación de las pantallas y de más maquinitas. Por tanto, creo que sería una buena manera de acercarme a ellos el uso de actividades en pantalla.

Tengo que bajar mi tono de voz. Hablo muy alto durante las clases y, aunque sí que es verdad que cambio mi entonación, mi tono de voz es muy alto y se aceleran. Si hablo más bajo estoy segura de que la clase irá mejor porque estarán obligados a poner atención en escuchar lo que digo.

Tengo que ser más ordenada en la pizarra. Mis alumnos son muy dependientes y con muy poca autonomía, por no decir ninguna… Para ellos es muy relevante el orden en la pizarra y los colores… Dichosos colores… Tengo 4 rotuladores de colorinos que dejo en mi mesa y cada vez que escribo en la pizarra cojo el primero que pillo… ¡MAL! Después de casi dos semanas de clases he acordado conmigo misma coger sólo dos de los cuatro rotuladores que tengo y usar los colores con cabeza, no al azar. Y he de reconocer que funciona la clase mejor. En lo que sí que tengo que hacer más hincapié es en el tema del orden en el encerado… Pero digamos que el desorden es un pequeño reflejo de nuestra vida…

Antes de pasar a otro fallo que he de mejorar no quiero quedarme sin nombrar a las maravillosas tizas blancas y encerados de pizarra verde. Adorables tizas de un solo color y encerados normales sin divisiones que parten la pizarra en tres… Y luego si borrabas con la mano no pasaba nada. Se quitaba y no quedaba un entafarrao como con las pizarras de metal… Que lo enguarras todo con la mano y encima tienes que usar el borrador por cojones después de ponerlo todo perdido… Para mí son todo un atraso las nuevas pizarras con rotuladores. Ya está. Lo he dicho.

Tengo que intentar conocer más a los alumnos. Tengo muchos con situaciones personales complicadas. Además, como en Francia hacen muy bien lo del tema de la integración, tengo muchos alumnos con discapacidades o serios problemas de aprendizaje y nadie me dice quiénes son esos chicos, qué tienen, ni cómo hacerles más llevaderas las clases.

Por ejemplo, tengo un alumno que, hablando mal y pronto, me tocaba mucho los cojones. Pues resulta que el chaval es disléxico. Y ahora ya todo encaja. Yo si estuviera en su situación también me la traería todo al pairo porque no podría leer, tampoco podría escribir y encima el profesor me habla en una lengua que no entiendo, el español. Así que muy guapa la teoría de la inclusión en Francia pero en la práctica mis cojones 33…

Una amiga me ha dicho que los disléxicos pueden leer la letra Arial tamaño 14 y que al final del día puedo grabarle la lección para que él pueda escucharla en casa. ¿A alguien se le ocurre algún recurso más? Porque estoy muy perdida…

De los otros alumnos que tengo con dificultades no os puedo ni pedir consejo porque ni sé lo que tienen o dejan de tener… Así que me tengo que enterar…

También tengo que ponerme al día sobre el funcionamiento interno de un collège francés. Aquí todos los alumnos tienen un librito, le cahier de correspondence, en el cual, hagan lo que hagan, hay que anotarlo en ese libro y después lo firman los padres… Y no sé qué más porque no me entero… Además, todos los días tengo que escribir en un programa del ordenador qué hemos hecho en clase, las ausencias, los deberes, si van a la enfermería… Y mil cosas que tampoco se me dan ni se me quedan en la cabeza por mucho que apunto… Pero tengo que enterarme de una vez por todas.

También tengo que organizarme mejor a la hora de preparar las clases y de anotar las cosas que hacemos. Así que en todas las semanas estoy probando una nueva forma efectiva de organizarme y con la que me sienta cómoda. Creo que para esta semana que entra ya he dado con la organización que me va perfecta, así que mañana ya podré ver si me funciona lo que he ideado. Si es así os lo cuento más adelante =)

Por último, tengo que aplicarme más con el francés para poder entender a la primera lo que me dicen y que la comunicación no sea tan torpe.

Evolucionar a mejor consiste en aprender de los errores y actuar para no cometerlos.

Así que, sin más dilación, si tenéis algún consejo o me queréis contar de qué errores habéis aprendido ¡os escucho!


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