Tras muchas emociones y preparativos pofín llega el día y porfín llega la hora para salir hacia el aeropuerto rumbo Buenos Aires. Sabemos que nos pasará de todo y que serán 6 meses muy muy intensos. Ahí va la primera crónica de nuesto periplo por Sudamérica en silla de ruedas.
Llegamos a Ezeiza aeropuerto internacional de Buenos Aires a las 20.00, sabiamos que diección darle al taxista para nuestro primer destino, la dirección de casa de Julio, que nos esperaba con cena y con el sofa preparado para pasar nuestra primera noche. Así, después de desayunar y un buen desayuno salimos a pasear y disfrutar de nuestro pimer día!! Tomamos un autobus hacia Puerto Madero para visitar a los jefes de Sara. En tema de accesibilidad la ciudad me impacto desde el minuto 1, todos los autobuses llevan una pegatina confome tienen la rampa de discapacitados, peo es raro que esta funcione, sin embargo todo el mundo está dispuesto a ayudarnos a subir y bajar de los autobuses.
Caminamos y seguimos caminando todo el día por la concurrida calle peatonal Florida, por el barrio San Telmo donde buscabamos un hostel para pasar las próximas noches, encontrabamos varios hostels con habitaciones adaptadas pero todos llenos, así que continuamos paseando por la Plaza de Mayo con la casa rosada del gobernador y la Catedal, por la larguísima Avenida de Mayo, por la anchísima Avenida 9 de Julio, y por el Obelisco, ahí fue donde encontramos el hostel; Milhouse, un hostel enome lleno de mochileros con habitaciones a un precio razonable así que si, ya hemos encontrado lugar para dormir.
¿Como me sentí paseando por Buenos Aires? La verdad que me esperaba mejor sus calles, sobretodo por el centro, la mayoría de las aceras estan rotas, y las aceras aunque rebajadas, bastante complicadas.
Nuestro segundo día en Buenos Aires ha sido al más puro estilo turista, decidimos tomar el bus amarillo, el bus turístico de la ciudad que te permite recorrer los sitios más emblemáticos. Este autobus es gratis para las personas con discapacidad, así como el resto de autobuses urbanos. Sólo Sara tiene que pagar 120 pesos por el turístico y 2 pesos por los urbanos. Todos los autobuses tienen rampa, pero simbólica, son los conductores los que me ayudan a subir y bajar. Paramos en el estadio de Boca, el Caminito, Plaza de San Martín,…
Agotados después de un gran día y de una cerveza con Ale, nos vamos a dormir ya que el día siguiente nos espera un gran día y un gran plan: nos vamos a ir con Julio a Mar del Plata en coche para pasa un par de días en la playa y de ahí continuar nuesto recorrido hacia el Sur. Pero como las cosas pasan como pasan, el plan se anulo, así que cambiando sólo un poco el plan, decidimos que al día siguiente nos marcharíamos igualmente pero con destino Puerto Madryn donde se pueden ver ballenas hasta mediados de Diciembe.
Es ya 1 de Diciembe y nos despertamos nerviosos, hacemos la maleta, la dejamos en el hostel ya que el autobus no sale hasta la noche y nos vamos a la estación de autobuses del Retiro para comprar los billetes. La estación es una locura, un homiguero de gente. Entramos y nos diigimos a la “Boleteria”, 500 pesos cada uno para viajar durante 16 horas. Los billetes son gratis para discapacitados pero sólo si eres Argentino, lástima!! Una vez con los billetes en la mano, quedamos con Mariano a las 5, Mariano es un chico con lesión medular que vive en Buenos Aires. hacemos tiempo paseando por Recoleta y por el mercadillo que tiene lugar los sábados y domingos, puestos hippis y de antiguades.
La quedada con Mariano es muy divertida, nos explica cosas de Argentina y consejos para viajar, después de acompañarnos a la estación se despide de nosotos diciendo: cuidense y vigilen mucho!
Entramos en la estación, nos sentamos fuera esperando que llegue el autobus, se retrasa, un poco de nervios, voy a infomarme, “boludo, no te apures, un puchito y llega el colectivo” Llega el bus y me acerco, “Hola Jefe, me puedes echar una mano para subir al bus”, no me mira demasiado bien pero asiente con la cabeza, voy a buscar a Sara y a las mochilas cuando oigo: “Mierda Pablo, nos falta una mochila” un despiste, el caos de la estación y mira…. mierda la mochila de electrónicos!!! Decidimos quedarnos para hacer la denuncia. Hecho todo y más ligeros de equipaje nos vamos a un Hostel de Palermo a hacer borrón y cuenta nueva de este día. Despúes de este duro revés tan al principio del viaje seguimos con muchas ganas, con menos medios y sin algunas fotos pero con más más ganas aún.
El día siguiente dedicamos una parte de la mañana a intenta recuperar dinero del billete, sin éxito, compramos otro para el mismo destino, y justo en ese momento nos llama Mariano, que nos viene a buscar para comer un asado con unos amigos. Pasamos un gran día comiendo y jugando a golf antes de volve a Buenos Aires a coger el bus.
pd: faltan muchas fotos que se quedaron en la estación de autobuses