Si acabas de recibir la noticia de que un hijo tuyo es alérgico a la proteína de leche de vaca (APLV), este artículo intenta ofrecerte los primeros pasos a seguir en la convivencia con la alergia.
Probablemente en un primer momento estés un poco perdido y no sepas exactamente en qué consiste una alergia a la leche. A la larga el impacto emocional de vivir con una alergia alimentaria es fuerte.
Seguro que llegar al diagnóstico no ha sido fácil porque todo eran sospechas. Muchas veces se tarda un tiempo en descubrir que los síntomas como reflujos, vómitos o molestias gastrointestinales con consecuencia de una alergia a la leche. Otras veces en cambio los síntomas son inmediatos tras ingerir leche.
Los diez pasos que te proponemos si eres nuevo en esto de la alergia a la leche son los siguientes:
1. Sigue siempre las indicaciones de tu médico. Tu caso es personal y más en el mundo de las alergias donde hay muchas sintomatologías y varios grados de afección. Lo que es bueno para tu niño alérgico puede no ser bueno para otro. Sólo un médico te puede informar.
2. Prepárate para que el niño lleve una dieta especial. La mayor parte de las veces se tratará de una dieta de evitación de leche y productos lácteos. Aunque según el caso, el médico determinará si es posible la ingesta de trazas de leche. En todo caso, debes conocer qué productos contienen leche y sus derivados.
3. El etiquetado. Será necesario, a partir de ahora, leer las etiquetas en todos los productos que consuma el niño para detectar la presencia de lácteos. No todas las empresas etiquetan las trazas de leche por lo que siempre en caso de duda hay que ponerse en contacto con el fabricante.
4. Informar a familiares y entorno. Para el correcto tratamiento del niño es necesario informar al entorno de la situación y de las nuevas medidas a tomar para evitar que el niño entre en contacto con el alérgeno. Es importante que conozcan que los productos lácteos pueden encontrarse en alimentos variopintos como el embutido o los caramelos. Coméntales que no pueden ofrecer alimentos al niño sin verificar previamente. Hay casos en los que sólo un beso de alguien que ha bebido un café con leche produce reacción cutánea en la piel del niño alérgico. Cuéntaselo.
5. Informa en el colegio. Todo el personal del centro docente donde acuda tu hijo tiene que estar informado de su alergia alimentaria (en ocasiones se opta por colocar una etiqueta en el babi: "Alérgico leche"). Infórmate sobre todo de su política en el comedor escolar. Habla con otros padres de niños alérgicos que acudan al centro.
6. Si estás amamantando a un bebé alérgico a la leche, ten en cuenta que tú también debes seguir una dieta especial para la lactancia materna con APLV.
7. Subvención de leche especial para alérgicos APLV. En paises como España, se subvenciona la leche adaptada para niños alérgicos a la leche hasta que alcanzan los 2 años. Es un tipo de leche de elevado coste por lo que solicita la subvención cuanto antes.
8. Puede haber leche en otros productos no alimentarios como la pasta de dientes o una crema corporal, medicamentos o tizas escolares. Lee las etiquetas e infórmate sobre otros productos con lácteos y APLV.
9. Informa a tu hijo de su condición de alérgico. Aunque sea pequeño debe saber que la leche le hace daño. Es quien mejor tratará su enfermedad si es conocedor de ella.
10. Evalúa la opción de inscribirte en una asociación de alérgicos alimentarios. Normalmente las cuotas de socio son de un valor anual pequeño. A cambio la asociación de alérgicos te proporciona todo tipo de información interesante, incluidos los listados de productos aptos por fabricante que un alérgico puede consumir sin peligro.
Foto | HOTBLACK